Hace unos días se conocía el sobreseimiento provisional de la causa que investigaba a cuatro trabajadores de La Resinera que presuntamente realizaban trabajos de limpieza y mantenimiento como presuntos responsables del incendio que quemó en junio de 2022 casi 5.000 hectáreas en Sierra Bermeja. Ahora se ha sabido que el sospechoso de provocar el incendio que quemó hace 11 años 8.000 hectáreas en la Costa del Sol, el conocido como incendio de Barranco Blanco, ha sido absuelto.

Según ha adelantado la Agencia EFE, la Audiencia Provincial de Málaga destaca en la sentencia que  “no se puede extraer con seguridad y certeza” cuál fue el punto inicial del fuego». La Sala explica que hay discrepancias en las periciales y que todas ellas están razonadas y motivadas, “basadas en el leal saber y entender de sus autores”, pero no se puede deducir que el incendio se originara en la zona acotada.

“Es notorio que no se puede determinar, de forma cierta y segura, cual es la causa que produce el fuego pues podría ser una acción fortuita o una acción imprudente de alguien por quema de rastrojos, podas o realización de comidas (barbacoas, camping) o por colillas”, señala el Tribunal.

Los magistrados indican que no existe prueba alguna que determine el punto de inicio del fuego “y por tanto, no cabe imputar responsabilidad sobre ello a nadie”. En los hechos probados se insiste en que se desconoce cómo se produjo el fuego y que no ha quedado acreditado que el acusado prendiese fuego ni tampoco hay indicios que lo determinen ni que infringiera normativa específica de control y prevención de incendios en ese día.

El acusado siempre había negado los hechos y durante su declaración aseguró que él no quemó ninguna poda, que solo limpió la piscina y regó las plantas. Además subrayó que el dueño de la finca insistía mucho en acumular la poda y depositarla en un punto limpio.

UN INCENDIO QUE OBLIGÓ A EVACUAR OJÉN

La noche del jueves 30 de agosto de 2012 llovió ceniza en Marbella y en gran parte de la Costa del Sol. Las condiciones meteorológicas eran de 37.6 grados, la humedad del 18% y pronto se levantó un viento de terral de hasta 35 kilómetros por hora. El resultado fue el previsible: en cuestión de minutos se formó un río de fuego que empezó a desplazarse en dos frentes hacia el Oeste. Se tuvieron que evacuar numerosas urbanizaciones y el pueblo de Ojén.

El balance del incendio fue desolador. Murieron dos personas y cinco más resultaron heridas de gravedad. Se quemaron en tres días 8.400 hectáreas y hubo que evacuar a un total de más de 6.500 personas. Ardieron unas doscientas viviendas y las pérdidas por el fuego se estimaron en más de 3.3 millones de euros. Más de 1.100 efectivos terrestres y 31 medios aéreos participaron en las labores de extinción del incendio de Barranco Blanco.

El único consuelo que queda, y no es poco, es que, tras once años del incendio de Barranco Blanco el proceso de regeneración natural de las hectáreas quemadas ha sido espectacular. La Naturaleza ha hecho su trabajo: plantones de pinos pueblan de nuevo los parajes quemados, los alcornoques lucen de nuevo frondosos en su gran mayoría (ha sobrevivido un porcentaje muy alto debido a que el corcho las protegió del fuego) y las jaras, aulagas y otras plantas arbustivas cubren las colinas afectadas.

Pero ha quedado sin confirmarse quién o qué provocó el fuego y cómo o donde se inició.

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