Agua de grifo para cambiar el planeta

El Gobierno ha dado luz verde a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. La norma establece la obligación de que la hostelería ofrezca a sus clientes la posibilidad de agua del grifo, en lugar de envasada, y para las administraciones públicas, la reducción del agua embotellada en sus dependencias y espacios públicos.

En España consumimos 5.500 millones de litros de agua embotellada al año. Una autentica salvajada ecológica, más aún cuando una botella de plástico necesita 450 años para biodegradarse. Y en Marbella es especialmente innecesario el consumo de agua embotellada porque tenemos un agua de grifo de una gran calidad.

AGUA DE GRIFO MEJOR QUE MUCHAS EMBOTELLADAS

De la calidad de nuestra agua de grifo no tienen duda Francisco Becerra y Miguel Ángel Velázquez, técnicos municipales de Sanidad. Entre sus funciones está el controlar que el agua que bebemos del grifo cumple con todos los estándares de calidad. “El agua ideal es la que tiene un equilibrio iónico, esto es, que tiene diversos elementos minerales en su justa medida, y el agua de Marbella cumple perfectamente con estos criterios de calidad”, explica Becerra.

De hecho, hace unos años hicieron un estudio comparativo del agua de consumo municipal respecto a diversas aguas envasadas y la principal conclusión fue que el agua de grifo tiene una calidad equiparable a las mejores aguas embotelladas, superando a la mayoría de las 182 muestras analizadas.

“Muchas veces es una cuestión de marketing, las empresas de aguas embotelladas nos “venden” que la envasada es más sana y acabamos pagando mucho más por consumir un agua que, como puede verse, es de peor calidad que la de grifo. Pongo un ejemplo: se hizo un estudio sobre la calidad de las aguas llamadas Premium, tipo agua de Fidji, o de no se qué volcán del Océano Pacífico y ganó una marca que costaba un dineral y que resulta que su origen era el agua de grifo de una zona de Escocia. Lo dicho, puro marketing.”, aclara Miguel Ángel Velázquez.

De hecho, también es una cuestión de dinero, de si queremos pagar más por lo mismo. Hay un estudio que establece que un adulto bebe 2.5 litros de agua al día. Si fuera agua de grifo le costaría 1.26 céntimos al año. Mientras que el precio de hidratarse a base de agua embotellada sería de 1.35 euros al día o 492 euros al año.

En la delegación de Sanidad del Ayuntamiento hay un mapa donde están marcados todos los suministradores de agua del municipio, ya sea Acosol, Hidralia, se haga con pozos propios o por empresas abastecedoras. Todos son chequeados periódicamente para comprobar que cumplen con la normativa establecida.

PROYECTO NUESTRA AGUA

Ángela Lafferty es una escocesa de nacimiento y marbellí por adopción que está empeñada en potenciar el consumo de agua de grifo entre los ciudadanos, las empresas y las instituciones de Marbella. Ha concretado su especial cruzada en el proyecto Nuestra Agua, cuyo objetivo es que beber agua del grifo vuelva a ser algo normal y corriente. “Beber nuestra agua de aquí, del lugar donde vivimos, como hacía la gente antes. Y así reduciremos el consumo de agua envasada, y el daño que esta supone al nivel de las emisiones de CO2 de la producción y transporte, así como los residuos que genera”, explica Lafferty.

Nuestra Agua pretende conseguir este objetivo de dos maneras: tratar la falta de confianza en el agua del grifo que existe aquí y aumentar la valoración de su calidad. “Queremos transmitir que ‘nuestra agua’ no es inferior al agua de otros lugares, y desmitificar la idea de que la embotellada es más segura o más saludable que el agua de la red”, puntualiza Lafferty, que ha puesto en marcha este proyecto, junto a José Luís Delgado, a través del Marbella Social Hub.

Por otro lado, Ángela está empeñada en sumar a las cafeterías y restaurantes a su proyecto. “Si se comprometen a rellenar la botella de cualquier persona, que sea cliente o no, podrán sumarse a la app REFILL, que es un mapa donde puedes ver los lugares para rellenar tu botella reutilizable”.

Esta activista ha mantenido reuniones con el Ayuntamiento y con la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental para que faciliten el consumo de agua del grifo en lugares públicos, aumenten su disponibilidad en instalaciones públicas, restaurantes, bares, cafeterías, y también en la calle a través de fuentes, muchas de las cuales no funcionan. Según Lafferty, Nuestra Agua ha recibido poca receptividad por parte del Ayuntamiento, de la Mancomunidad y de Acosol. Ni siquiera ha podido conseguir un permiso para visitar las instalaciones de la depuradora para poder conocer el proceso completo de purificación del agua que consumimos.  

A pesar de todo, esta activista escocesa sigue empeñada en que estas instituciones pongan en marcha una campaña pro-grifo similar a la que hacen ciudades como Cádiz o Córdoba. “La idea es lanzar un concurso de diseño, para crear una marca de agua de Marbella (o de la Costa del Sol). La marca se imprimirá en jarras de cristal para repartir a los establecimientos de restauración y hostelería, y en botellas reutilizables para repartir a los ciudadanos. La creación de una marca generará una imagen de calidad entorno al agua de grifo y ayudará a acabar con envases innecesarios”, apunta la socia de Nuestra Agua.

No hay marketing alguno en decir que el agua de grifo de Marbella es excelente. Es un hecho. Gran parte de ella procede de las montañas más altas de la Sierra de las Nieves, junto a la que aporta la desaladora y diferentes pozos debidamente controlados. Es, por tanto, totalmente innecesario el abuso en el consumo del agua embotellada, que no es más sana y sí es más cara y más dañina ecológicamente. En los bares y restaurantes, con la nueva Ley, ya es obligatorio que nos pongan un vaso de agua si lo solicitamos. Sobre que las administraciones reduzcan el uso del agua embotellada en sus dependencias, aún está por ver.