Por una vez y sin que sirva de precedente voy a ignorar el dicho o refrán, a los que suelo ser, por lo general, proclive. Es posible, pienso, que las comparaciones sean odiosas, pero en ocasiones, créanme, son también necesarias.
Viene esto al caso como resultado de una función de teatro a la que asistí como espectadora en el pueblo vecino. La obra se llamaba “La Fiesta del Chivo” la interpretaba principalmente Juan Echanove y se representaba en el Auditorio Felipe VI de Estepona.
El primer sobresalto (admirativo, desde luego) fue la visión de dicho Auditorio en un lugar excelente de la ciudad. Un edificio dispuesto para las Artes, teatrales, musicales, etc., con todas las de la ley, y si me apuran, un poco más, debido a su extensa cabida. Ahí empezó mi divagación mental, involuntaria, pero difícil de contener. En mi mente y retina apareció el cubículo pequeño que lleva el nombre de teatro en nuestra ciudad. ¿Cómo es posible, me decía a mi misma, que la Marbella de tanta importancia turística no tenga algo así? Un lugar para la expansión cultural en todos sus órdenes como parece ser este Auditorio? ¿Se puede ser una ciudad con pretensiones cosmopolitas y tener estos fallos?
Mi indignación fue a más cuando observé que un poco más abajo se extendía un amplio campo de deportes, e incluso un edificio que se anunciaba como campo de atletismo.
Estepona aparecía de golpe empoderada ante mis ojos de habitante de una ciudad limítrofe carente de todos estos equipamientos. Envidié a este otro pueblo cuyos mandatarios se preocupan de que sus obras públicas sean completamente efectivas.
La comparación, en este caso, sirvió para tomar constancia de una realidad luctuosa: la que se refería a la escasez de muchas estructuras fundamentales en nuestra ciudad por mucho que disfrutáramos de otras, como campos de golf, puerto deportivo y restauración.
La falta de espacios deportivos en Marbella es asunto ya antiguo al que nos referimos con frecuencia pero que hasta el momento solo tiene la callada por respuesta. Con los espacios culturales sucede lo mismo.
Con ocasión de esta visita para disfrutar de una excelente, por otra parte, obra de teatro, se rompió mi orgullo marbellí en mil pedazos, porque la postura del avestruz nunca ha figurado en mi forma de sentir. La evidencia era clara y sencilla. Estamos en desventaja con el pueblo vecino en un montón de apartados esenciales.
Rebajemos, por tanto nuestro ego, Mientras las cosas sigan así salimos perdedores en determinadas comparaciones.
Ana María Mata
Historiadora y Novelista
Publicaciones anteriores de Ana María Mata
El primer artículo que escribí lo hice en el diario SUR el 13 de septiembre de 1980. Una semana antes la revista “Interviu·” publicó unas fotos de gran tamaño bajo el título “Los que inventaron Marbella”. La impotencia, unida a la indignación me hicieron tomar…
De vez en cuando resulta conveniente abandonar el útero materno, la zona territorial donde se vive el día a día para ir en busca de lugares nuevos donde la experiencia sea distinta y la perspectiva más activa y sin condicionantes. Viajamos la familia en julio…
La base de la existencia está en el conocimiento. El ser humano va adaptando su vida a cuanto el cerebro le muestra y le da a conocer mediante un complejo sistema de neuronas, dendritas y sinapsis. A través de ello el mundo aparece como algo…
Si en el siglo XVIII hubiese habido prensa del corazón, este anecdotario de hoy hubiese arrasado en ventas. También puede darnos a entender que el feminismo no es un producto del siglo XIX, simplemente una lucha de cada mujer por tratar de conseguir que no…
Tiempo de vacaciones y salidas. Tengo escrito que una de las cosas buenas de viajar es que nos obliga a salirnos por un tiempo de nosotros mismos y el mal criado ego que nos gobierna. Sigo pensándolo, aunque ahora deba añadir un factor nuevo, quizá…
El legendario tango de Gardel y La Pera me sirve hoy de cabecera con la única modificación de los veinte por esos cuarenta a los que intentaré dar sentido en las líneas siguientes. Conste que no desconozco la idea que del tiempo poseen la mayoría…
No solo Proust, todos tenemos una magdalena especial cuyo olor y sabor nos conduce, en movimiento retroactivo de las neuronas, a un instante del pasado que nos conmovió en lo más hondo y nos hizo llegar incluso a las lágrimas. Somos al fin y al…
En aquellos tebeos de PULGARCITO, placer de nuestra infancia y adolescencia, el genial dibujante M. Vázquez creó un personaje especial, dentro de la viñeta conocida como “La familia Cebolleta”: el abuelo. Con larga barba, bufanda, bastón y pie escayolado, el abuelo Cebolleta intentaba una y…
Si en el siglo XVIII hubiese habido prensa del corazón, este anecdotario de hoy hubiese arrasado en ventas. También puede darnos a entender que el feminismo no es un producto del siglo XIX, simplemente una lucha de cada mujer por tratar de conseguir que no…
Tiempo de vacaciones y salidas. Tengo escrito que una de las cosas buenas de viajar es que nos obliga a salirnos por un tiempo de nosotros mismos y el mal criado ego que nos gobierna. Sigo pensándolo, aunque ahora deba añadir un factor nuevo, quizá…