Aún no está confirmada la fecha exacta ni la playa elegida para la suelta de las tortugas nacidas el año pasado en la playa de El Rodeito que han estado casi un año creciendo bajo los cuidados de los técnicos de Medio Ambiente del Centro de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz (CEGMA) de Algeciras. Seguramente serán devueltas al mar en la primera quincena de julio y en una playa diferente a la de El Rodeito.
Así lo ha aclarado Jesús Parody, técnico de Medio Ambiente, “las tortugas serán devueltas al mar, tras este año creciendo en el CEGMA, en la primera quincena de julio. El lugar elegido donde serán soltadas aún está por determinar, ya que la playa donde nacieron está muy saturada de actividad humana y desde el CEGMA barajan devolverlas al mar en una zona costera algo más alejada, pero dentro del término municipal de Marbella”.
En la madrugada del 8 de julio de 2023 Álvaro paseaba por la playa con su perro Cali cuando vieron una tortuga boba deshovando. Rápidamente dio la voz de alarma y se montó un dispositivo especial para custodiar el nido hasta que nacieran las tortugas. Mérito destacado merecieron durante esas semanas los agentes de Medio Ambiente y los 250 voluntarios coordinados por la asociación Produnas.
Finalmente, 58 tortugas bobas nacieron en la playa de El Rodeito de Nueva Andalucía a finales de agosto de 2023. Inmediatamente, las crías fueron trasladadas al CEGMA de Algeciras, donde han sido cuidadas y alimentadas todo este tiempo para garantizar su supervivencia, ya que la mortandad de neonatos en esta especie es altísima, por encima del 95%.
En el CEGMA un equipo de veterinarios, técnicos, becarios y auxiliares han monitorizado 24 horas al día su salud y alimentación. Según ha explicado a este periódico María del Carmen Arroyo, responsable del CEGMA, “las hemos estado alimentando con una papilla especial hecha con gambas, boquerones, merluza y calamares, con lo que en estos meses las crías han pasado de pesar 15 gramos a más de un kilo. Ahora también les damos trocitos de pescado. Igualmente, controlamos la temperatura del agua de los tanques en las que habitan para aumentar su metabolismo y así crecen más rápido para que cuando las soltemos tengan más posibilidades de sobrevivir en el medio marino”.
Hace tres semanas 15 de los ejemplares fueron trasladados al Acuario de Sevilla respondiendo a la estrategia de no tenerlas a todas en el mismo espacio para garantizar su supervivencia aunque volverán a reunirse con sus hermanas cuando sean soltadas en Marbella.
Previa a la suelta, todas serán sesadas, según ha explicado Arroyo, “se les hará una laparoscopia para saber cuántos machos y hembras hay porque morfológicamente no es posible distinguir su sexo”.
En total, de las 58 tortugas que llegaron al CEGMA han muerto 5 en una epidemia fulminante que tuvo lugar en noviembre y que podría haber sido desastrosa si no hubiera sido por el control permanente que hacen los técnicos y auxiliares. “Un día vimos que cinco de las tortugas dejaron de comer y, al día siguiente, estaban muertas. Inmediatamente aislamos a todas las tortugas y descubrimos que se debía a un brote bacteriológico. Por suerte, conseguimos eliminar las bacterias y sólo murieron las cinco tortugas”, explica la veterinaria del CEGMA, Alejandra Cerezo.
Cuando las 53 tortugas sean devueltas al mar, 10 de ellas llevaran adosadas al caparazón un dispositivo geolocalizador para poder conocer en los siguientes meses los recorridos que harán. Algo parecido a lo que se hizo en 2021 con las tortugas que fueron soltadas en la playa de Cabopino. Sobre este punto puedes leer este reportaje sobre las increíbles distancias que recorren estas jóvenes tortugas bobas: https://www.elperiodicodemarbella.com/el-largo-viaje-de-ana-marina-flor-alfonsina-y-eucrante/
Además, todas las tortugas llevarán un microchip injertado para su control y así si vuelven a Marbella algún día se podrá conocer su origen.
El día de la suelta de las tortugas los técnicos del CEGMA tienen previsto aprovechar la ocasión para impartir unos talleres sobre educación ambiental y dar a conocer la labor que se realiza en Algeciras y cómo es la vida de las tortugas bobas. A partir de la suelta, las 53 tortugas marbellíes comenzarán su vida en libertad y, si hay suerte, dentro de 30 años, cuando tengan la edad para reproducirse, alguna volverá a las playas de Marbella a poner sus huevos, consolidando a esta especie en el ecosistema natural marbellí.