Los responsables de la remodelación del Trapiche del Prado, Huete Arquitectos, han llevado a cabo una visita a este complejo histórico de Marbella junto a miembros de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Junta de Andalucía. Por ello, se ha podido constatar que el Trapiche está en estado de revista tras una intensa intervención de rehabilitación.

La actuación del proyecto ha consistido en la remodelación de este antiguo complejo preindustrial dedicado a la fabricación de azúcar a partir del cultivo de la caña. Las imágenes que han trascendido evidencian que el edificio, a pesar de su estado, conserva buena parte de sus estructuras originales.

Hay que recordar que el costo de las actuaciones para habilitar un centro de interpretación en la antigua fábrica de azúcar, pasó de los cerca de cuatro millones de euros en los que el Ayuntamiento fijó la licitación de las actuaciones, en octubre de 2021, a los cerca de 5,7 millones tras una modificación de contrato.

Según declaraciones del concejal de Obras Diego López, el Trapaiche abrirá sus puertas de forma simultánea a la cercana residencia de mayores, a la que aún le quedan muchos meses para estar terminada. Por tanto, aunque aún tiene que equiparse de mobiliario y otro menaje, queda tiempo por delante hasta que se inaugure.

Fuente en la entrada del Trapiche. A la izquierda puede observarse el futuro edificio de la residencia de mayores, cuyas obras han avanzado poco en los últimos meses.

El Trapiche acogerá un centro de interpretación sobre la historia y el origen de la antigua fábrica de azúcar y será además un lugar de encuentro cultural que contará con un museo, diferentes salas polivalentes, un área de lectura y una biblioteca, entre otras estancias.  

El Trapiche es un referente único en su género al conservar un importante alzado y las salas en las que se realizaba la fabricación de azúcar en la época preindustrial, desde la molienda hasta el prensado, hasta las cocinas y el refinado. A mediados del siglo XIX la fabricación de azúcar ya no era rentable y la actividad industrial del Trapiche se centró en la producción de vino y aguardiente.

En este sentido conviene recordar el completo artículo que la profesora universitaria marbellí Lucía Prieto hizo sobre el Trapiche del Prado. Puedes leerlo aquí.

Por ello, el proceso de rehabilitación ha consistido en la conservación de las estructuras y los espacios originales. La rehabilitación del complejo ha recuperado un conjunto coherente, integrando las aportaciones de todas las épocas y eliminando aquellas otras intervenciones que lo degradaban y enturbiaban la lectura histórica y cultural del mismo, reconstruyendo el volumen y recobrando la disposición de huecos originales siempre que ha sido posible.

El restaurado Molino de Sangre es un elemento único de este edificio histórico.

Uno de sus elementos más singulares es un molino de sangre, un sistema preindustrial movido por tracción animal para la molienda de caña. Es una estructura única en Europa, más habitual en ingenios de América y el Caribe.

La intervención ha respetado la condición histórica, estética y arquitectónica del bien, presentándolo como un testimonio del pasado sin modificar el entendimiento de su cronología, materia original o contexto tipológico- espacial, para que se permita su uso social y cultural, contribuyendo a su mantenimiento, sin desvirtuar la identidad histórica de los elementos industriales y su perfecta comprensión intelectiva.

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