Cueva de las Grajas, la joya oculta de la Sierra de Segura

Tipo: lineal

Dificultad: media

Duración: 6-8 horas horas más o menos dependiendo del ritmo de cada uno

Distancia: 12 Kilómetros entre ida y vuelta

Desnivel: 500mts de desnivel de ascenso 

Agua:  fuente en Los Bonales al inicio de la ruta

En verano, a pesar del calor, hay muchas rutas muy asequibles que podemos realizar en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. En este caso, esta propuesta senderista pasa por conocer uno de los rincones más bellos, y desconocidos, de estas sierras: la Cueva de las Grajas. Si partimos temprano podemos estar disfrutando de sus bellas pozas en apenas dos horas y luego, a la vuelta, darnos un nuevo chapuzón en el paraje de Las Tablas del río Aguasmulas.

RECORRIDO FOTOGRÁFICO:

El punto de partida para conocer este rincón espectacular de la Sierra de Segura es junto al río Aguasmulas, en la Casa Forestal de Los Bonales, donde podemos dejar el coche. Para llegar debemos dejar atrás el camping Llanos de Arance y continuar por la pista durante un par de kilómetros hasta dejar atrás la piscifactoría del río Aguasmulas. Llegamos a continuación a un cruce que debemos coger a la derecha en ascenso apenas doscientos metros hasta llegar a un ensanche del carril junto a la Casa Forestal de Los Bonales, donde podemos dejar el coche.

Desde este punto parte un carril que se encamina hacia el pico Banderillas. Nosotros recorreremos este camino que asciende de forma suave inmersos en un frondoso pinar con el río muy cerca. En apenas un kilómetro veremos junto al río un pequeño desvío a la derecha que nos dejaría en el vado de la Casa de las Tablas, junto al que hay un pequeño merendero, un lugar ideal donde darnos un chapuzón a la vuelta de esta ruta.

Tras 3 kilómetros de recorrido por el carril encontraremos un azud o presa a nuestra izquierda junto a la que sale un camino terrizo que debemos coger. Nos introducimos en la pequeña cuenca del arroyo del Hombre. El camino cruza un espeso pinar hasta que termina en dos kilómetros junto a un ensanche del camino. Debemos de continuar en ascenso por un sendero marcado por hitos. La cuesta se acentúa durante unos 15 minutos hasta que desembocamos en un claro abierto en el bosque donde encontramos las ruinas del cortijo del Tío Ratón, una serie de habitáculos rupestres excavados en la ladera de la montaña y donde podemos descansar y tomar un refrigerio.

Continuamos el camino en dirección Noreste por un sendero bien marcado e hitado que recorremos durante unos 15 minutos hasta chocar con una senda de herradura que debemos coger hacia la izquierda.

Este espectacular ejemplo de ingeniería serrana nos llevará en un ascenso muy asumible hasta llegar a las ruinas del cortijo de las Grajas, desde donde tenemos unas magníficas vistas del pico Banderillas y otras montañas de la Sierra.

Enfilamos hacia el Noreste para introducirnos en la cuenca del arroyo de las Grajas por un sendero que nos acercará al desfiladero que forma este cauce. En unos 15 minutos desde las ruinas del cortijo llegamos al entorno de la Cueva de las Grajas, donde existen varias pozas de agua bien fría en las que quitarnos el calor del verano. Es un lugar con una magia especial, la cueva es más bien una enorme oquedad ideal para los amantes del yoga y la meditación.

La vuelta será por el mismo camino por el que vinimos. Eso sí, recomendamos, una vez llegado al carril del Aguasmulas desviarnos a la izquierda hasta el río en el paraje de Las Tablas, donde podemos cruzar el cauce y darnos un chapuzón para combatir el calor. Existe también un pequeño merendero.