La Asociación de Comerciantes y Profesionales del Casco Antiguo de Marbella, que agrupa a unos 90 comercios y negocios, ha hecho pública una demoledora encuesta sobre cómo está afectando a sus socios el coronavirus y el impacto negativo que ha tenido en la mayoría de ellos.
Ante la pregunta de ¿Cómo han sido las ventas este verano? El 90% de los encuestados han respondido que han sido muy malas. En la misma proporción los encuestados afirman que, además, se trata del peor año que nunca antes hayan tenido. De media, en todos los casos, la bajada de las ventas supera el 50%, con picos máximos que alcanzan el 90%. Además, hay que añadir los gastos que han tenido que soportar el comercio y la hostelería para dotar de seguridad, limpieza e higiene adaptándose a la normativa requerida frente al COVID 19. En un 70% de los casos el mes de agosto ha sido ligeramente más favorable que julio.
Dados estos pésimos datos y ante la pregunta de si van a seguir abiertos, un 60% afirma que seguirá con su actividad, mientras que un 40% ya plantean su cierre temporal, hasta Navidad o incluso Semana Santa. En algunos casos, las vacaciones de los empleados se plantearán de forma escalonada. Este dato viene ligado ante la dura realidad de los ERTE (un 70% de las empresas). Las empresas que operan con personal contratado están teniendo serias dificultades para desarrollar su activad, mientras aquellas que se constituyen como negocio familiar están teniendo más facilidad para adaptarse.
Asimismo, la encuesta destaca que los negocios menos enfocados al turismo de temporada y que se apoyan más en el consumo local, están experimentando menos dificultades, lo que concuerda con lo que está pasando en otras zonas de España, como en el centro histórico de Madrid o la Rambla de Barcelona.
La encuesta recoge la incertidumbre del comerciante que no sabe cuándo terminará esta situación pero sí percibe una resignada esperanza de que en un futuro las cosas vayan mejor. Así lo creen el 60% de los asociados, con su confianza en el turismo nacional y de que, poco a poco, vaya mejorando la situación. Un 40%, sin embargo, cree que la situación para el año que viene será muy mala, reclamando que se empiece a planificar la diversificación del turismo vacacional en otro tipo de actividades turísticas más relacionadas con el visitante por razones de trabajo, de estudio, etc. que no decaen tan rápidamente como el mero turismo vacacional. Y también un 55% de los establecimientos se plantean una reconversión del propio negocio para enfocarlos al consumidor local.
A pesar de estos datos tan negativos, la gerente de la Asociación de Comerciantes y Profesionales del Casco Antiguo de Marbella, Cristina Lima, cree que existe una oportunidad de negocio a cuenta del coronavirus: “el Casco Antiguo es un sitio al aire libre donde la gente puede venir a comprar, a disfrutar sin agobios del ocio y de la cultura. Por eso, animamos a todos los marbellíes a venir al centro y no a encerrarse en otros sitios”.
La Asociación reforzará su presencia con la campaña Haciendo Ciudad y buscando ayuda en el Ayuntamiento para implantar medidas que atraigan a los ciudadanos al Casco Antiguo. “Necesitamos ayudas municipales directas, que se pueda hacer un acuerdo con los parkings cercanos para que la gente pueda dejar su coche y los comercios regalen una hora de aparcamiento por compras realizadas, etc.”, explica la gerente de la Asociación.