Hace más de dos mil años Marbella fue uno de los escenarios de la guerra civil romana entre los partidarios de Julio César y Pompeyo. Recientes hallazgos encontrados al norte del castillo de Marbella así parecen atestiguarlo. La aparición de parte del foso de un campamento de asedio romano en las calles Lobatas y Postigo supone un descubrimiento inédito y extraordinario ya que no se conoce la existencia de otra obra de asedio igual en toda Andalucía.
El mérito de este hallazgo corresponde a los arqueólogos José María Tomasetti, Miguel Requena y Lucio Durán.
Los dos primeros fueron los encargados del control arqueológico del movimiento de tierras en la reforma de una vivienda en calle Lobatas a cuenta de la empresa Arqueotectura. Durante las obras, Requena y Tomasetti fueron encontrando materiales de construcción y cerámicas de época romana, además de otros restos de la Edad Moderna. Parecía que no encontrarían ningún resto más.
Sin embargo, la sorpresa vino cuando los dos arqueólogos hallaron un foso de 9 metros de largo por 5 de ancho con escarpa y contraescarpa. “Encontrarlo no fue nada fácil, hubiera pasado desapercibido en el control de tierra pero tuvimos la suerte de hallarlo. Cuando empezamos a estudiar el foso descubrimos numerosos restos cerámicos, ánforas y otros restos del periodo tardorepublicano, siglo I A.C.”, explica José María Tomasetti.
En el foso, además de ánforas, platos, orzas y otros utensilios romanos, aparecieron dos elementos singulares: una moneda de la ceca de Malaka datado entre el 100 y el 27 A.C. y un glande, proyectil de honda datado también en ese periodo de finales de la República Romana.
Por otro lado, respecto al foso, en la calle Postigo fue localizado otro tramo del mismo durante las obras de saneamiento de las conducciones de fecales y pluviales. En este caso fue el arqueólogo Lucio Durán el que identificó el foso del campamento romano junto a restos de cerámica tardorepublicana, imperial, tardorromana, de los momentos de transición entre el mundo romano y altomedieval, y emiro-califales, teniendo una secuencia cronológica de entre el I a.C. hasta el siglo X d.C.
GUERRA ENTRE CÉSAR Y POMPEYO
Según explica el arqueólogo Miguel Requena a este periódico, “la acumulación de tantos restos de ánforas y recipientes de origen romano, además de la moneda y el proyectil (encontrado cerca del foso) evidencian la existencia de un campamento militar romano, ya que los soldados requerían de un aprovisionamiento de comida y bebida y, lo que parece más probable es que se pueda asociar a un campamento de asedio”.
¿Pero a quienes estaban asediando los romanos en Marbella? Tomasetti lanza la hipótesis de que el campamento romano haya que situarlo en el contexto histórico de la Segunda Guerra Civil entre César y Pompeyo (49-45 a. C.), cuando el conflicto se trasladó a la provincia de la Hispania Ulterior (aproximadamente el territorio ocupado por la actual Andalucía).
“Se sabe que en la lucha entre cesarianos y pompeyanos se produjo la destrucción de ciudades y la venta de sus pobladores como esclavos, como ocurrió en Córdoba. Sin duda debieron producirse numerosos hechos de armas en el sur de la Ulterior, es sabido que Carteia (junto a Algeciras), solo 70 km al Oeste, sirvió de puerto a la flota de Pompeyo, quien, además, tuvo partidarios por toda la provincia. Por tanto, la zona del Estrecho de Gibraltar tuvo una gran importancia estratégica a la hora de delimitar las zonas de influencia de ambos bandos en los sucesos vividos antes del año 45 a. C.”, aventura Tomasetti.
“A pesar de los escasos datos disponibles, nos atrevemos a proponer la hipótesis de que si la población existente en la Marbella tardorrepublicana hubiera tomado partido por el bando de Pompeyo, circunstancia habitual entre las poblaciones coetáneas de la Hispania Ulterior, pudo ser sometida a asedio, vencida por la facción cesariana y, tal vez, destruida. El final del conflicto conllevaría además el abandono del campamento que, atendiendo a la propuesta que realizamos, no sería un establecimiento efímero de los llamados “de jornada” sino “estacional”, de asedio”, propone José María Tomasetti. No obstante, este arqueólogo considera que, “en cualquier caso, habrá que contrastar el registro y depurar la información recopilada para afinar estas interpretaciones”.
El hallazgo realizado por los arqueólogos Tomasetti, Requena y Durán supone añadir un capítulo más a la Edad Antigua en Marbella. Y también plantea muchos interrogantes: ¿Estaban asediando el castillo? Incluso, ¿Existía en ese entonces el castillo de Marbella? Está confirmada la presencia de restos romanos en calle Panadería, calle Gloria, Plaza de los Naranjos y el castillo y de periodos anteriores. El hallazgo del foso romano supone un hito más que añadir a nuestro pasado milenario. No será el último.