Golfo y Duque son dos perros de raza Rottweiler que han resultado gravemente heridos tras un encuentro con una manada de jabalíes cerca del club de tenis de Manolo Santana junto a Río Verde este pasado viernes. Los dos canes fueron encontrados por sus dueños con múltiples heridas por todo el cuerpo. Ambos fueron llevados de urgencia a una clínica veterinaria, donde se constató que están vivos de milagro al no haber perforado los colmillos de los jabalíes ningún órgano blando.
Los jabalíes y cerdos salvajes campan a sus anchas por todo el frente Norte del término municipal de Marbella. Hace mucho que no tienen un depredador natural y, además, les es más fácil encontrar alimento entre los contenedores de basura de las urbanizaciones del norte del municipio, que rebuscando bellotas entre las cañadas de las montañas que nos rodean. Muchos de esos jabalíes se han mezclado con cerdos comunes y, de hecho, un porcentaje alto de los que bajan a alimentarse en el casco urbano son cerdos hibridados.
El Ayuntamiento utilizó, bajo el amparo de la declaración de plaga por parte de la Junta de Andalucía, durante unos meses a arqueros especializados del Servicio de Controladores con Arco de Especies Silvestres (SCAES) de la Federación Andaluza de Caza para cazarlos durante el confinamiento con bastante éxito con objeto de controlar su población. Sin embargo, este servicio tuvo que suspenderse debido a problemas burocráticos. Con lo que se volvió al clásico método de poner jaulas con cebo, más lento y menos efectivo, para controlar su población.
Golfo y Duque se recuperan lentamente de las graves heridas provocadas por los cerdos salvajes en la garganta, junto a un ojo, en la boca, en los costados, etc. Seguramente algo tiene que ver el que sean de raza Rottweiler, robusta y poderosa. Si los canes hubieran sido más pequeños, o la manada de jabalíes hubiera tropezado con personas en vez de perros, podría haberse producido una desgracia más grave.