La barriada de El Ángel está llena de contrastes. La mayoría de sus habitantes son trabajadores que se buscan un futuro como pueden y, por otro lado, conviven con algunos vecinos dedicados a la venta de droga y la delincuencia. La antigua colonia agrícola es uno de los lugares más abandonados por las administraciones y arrastra una mala fama desde que el alcalde Jesús Gil arrasó con la antigua Colonia hace 25 años.
Asociaciones asistenciales, colectivos vecinales y personas particulares están volcadas en ayudar a los habitantes de la antigua Colonia. El Ángel tiene sus ángeles. ahora sólo le falta alas para poder volar.
PROGRAMA GREEN ANGELS
“Estamos empeñados en reforzar el tejido asociativo y productivo en El Ángel, porque sabemos que es fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes viven en las 250 viviendas que conforman la antigua Colonia de El Ángel”, explica el teniente de alcalde de Nueva Andalucía Cristobal Garre.
Uno de los problemas que encuentra el teniente de alcalde, y que evidencia cómo las administraciones no cuentan con la flexibilidad necesaria para enfrentarse a los problemas reales de los ciudadanos, es que El Ángel no está catalogado como Zona Desfavorecida. “Desde Intervención no nos permiten actuar de manera deseable para mejorar la vida de quienes viven en El Ángel y tenemos que hacerlo de manera indirecta, con iniciativas como Green Angels, cuya tercera fase comenzará a principio de 2021”, recalca Garre.
Green Angels es un programa de innovación social de La Caixa en colaboración con el Ayuntamiento de Marbella que se está desarrollando para dotar de formación a 32 jóvenes de El Ángel en jardinería. Este programa de formación cuenta con la colaboración del colegio Echamendi, la asociación benéfica Horizonte y la asociación de vecinos La Azucarera. “El objetivo es que se formen para darles un futuro. Además, a principios de 2021 comenzaremos la tercera fase de este programa, que ofrecerá formación en fontanería, electricidad, albañilería, mantenimiento y reparación de instalaciones”, explica el teniente de alcalde.
LA ASOCIACIÓN HORIZONTE EN EL ÁNGEL
“Hace falta darles alternativas a los habitantes de El Ángel: más ocio, más equipamientos, más posibilidades para que sus habitantes se puedan formar y buscarse la vida en condiciones”, aclara Jaime Álvarez, director de Horizonte Proyecto Hombre. Este colectivo a través de su Centro de Integración Socioeducativa (CIS), lleva atendiendo a cientos de niños de la antigua Colonia desde 1985.
El Centro de Integración Socioeducativa de El Ángel, CIS, es una luz en La Colonia: es un lugar donde los niños, de 6 a 14 años, acuden a clases de refuerzo escolar, hacen deporte y aprenden a conocerse mejor para ser mejores personas. “Los niños en el CIS encuentran muchas veces lo que no tienen en casa. Nosotros, mediante el uso de elementos de innovación educativa, intentamos que aprendan valores, normas de convivencia, gestión emocional, etc.”, explica Luis del Olmo, responsable del Centro de Integración Socioeducativa.
UN POLICÍA IMPLICADO CON LOS NIÑOS DE LA COLONIA
Una de las personas que mejor conoce El Ángel es el policía Alfredo Fredy Gil. Lleva muchos años patrullando el barrio y está volcado en que los niños puedan acudir a entrenar al fútbol. “El Ángel es un lugar muy diverso, donde conviven personas de todo tipo, antiguas familias de la época de la Colonia y trabajadores que se buscan la vida como pueden”, aclara este policía del barrio.
Durante muchos años, Fredy Gil ha apostado por darles una oportunidad a los chavales del barrio. De hecho, gran parte del mérito de que se ampliara el horario del autobús que pasa por El Ángel es suyo. Y el motivo era uno : los niños no tenían la posibilidad de entrenar en los equipos de fútbol de Marbella, ya que el autobús urbano tenía un horario muy reducido y condenaba a El Ángel a estar aislado del resto del municipio desde una hora muy temprana.
“Los políticos sólo se acuerdan del barrio en las elecciones y luego se olvidan otros cuatro años” remarca Fredy. “El Ayuntamiento podría arreglar la pista de fútbol que hay en el barrio, poner una verja, un sistema de iluminación, unos vestuarios, una fuente y que hubiera un conserje que vigilara este equipamiento».
LA ASOCIACIÓN DE VECINOS MÁS REIVINDICATIVA
De manera muy similar piensan en la combativa Asociación de Vecinos La Azucarera de El Ángel. Su presidenta, Carmen Martín, explica que hay mucho que se puede hacer para mejorar el barrio. “Está muy bien que a los jóvenes los formen en jardinería, pero deberían ampliar el requisito de la edad a más de 30 años en futuras convocatorias, porque hay personas que necesitaban haberse formado y no pudieron por esa limitación de edad”, señala Martín. La presidenta del colectivo vecinal espera que los futuros jardineros puedan recibir un sueldo para mantener el Jardín Botánico y así quede en el barrio su mantenimiento.
“Lo que hace falta en El Ángel es más trabajo, que los jóvenes estén ocupados haciendo cosas, que vean que hay algo más en la vida, porque muchos de ellos han dejado el colegio y hay que darles alternativas”, señala Martín.
Por otra parte, también reclaman que hasta «hace poco había un consultorio de salud en La Colonia y la doctora que venía fue espaciando sus visitas hasta desaparecer. “Ahora tenemos que desplazarnos a Nueva Andalucía y, dadas las actuales circunstancias, no es lo más aconsejable. También echamos de menos a la asistenta social que estaba destinada en el centro cívico del barrio, aunque sólo venga una vez a la semana”, reclama Martín.
El Ángel lo tiene todo para convertirse en uno de los enclaves más bellos y pintorescos de Marbella: casas de pequeña altura, vistas increíbles a la Sierra Blanca, unas conexiones inmejorables, una densidad de zonas verdes que son la envidia del resto del municipio y el mejor jardín botánico de la ciudad. Unos pocos colectivos y personas hacen lo que pueden por mejorar la calidad de vida de sus vecinos y darles alternativas de futuro. Sin embargo, se echa de menos una estrategia integral que apueste decididamente por mejorar el barrio y la calidad de vida de quienes habitan en él. Mientras tanto, seguirá siendo una zona socialmente deprimida, en un lugar privilegiado, a tan sólo unos metros de Puerto Banús y las mansiones más caras de la Costa del Sol.