Hace unos días se anunció la futura declaración de la Sierra de las Nieves como el Parque Nacional. Esta es la máxima figura de protección que se puede otorgar a un espacio natural y cobijará 23.000 hectáreas de la Sierra de las Nieves y una parte de Sierra Bermeja. El Periódico de Marbella ha hablado con el sampedreño José Gómez Zotano, profesor de Geografía de la Universidad de Granada, sobre este asunto y otros aspectos relacionados con el medio ambiente que nos rodea, tras la publicación de su libro Los Bosques de la Serranía de Ronda, un manual esencial para quienes quieran conocer nuestras montañas y medio natural y del cual ha sido coordinador junto a José Antonio Olmedo.
PARQUE NACIONAL
Desde tu punto de vista la inminente declaración de la Sierra de las Nieves es una oportunidad perdida. ¿Por qué?
Efectivamente ha sido una oportunidad perdida para hacer un Parque Nacional que englobara todos los ecosistemas naturales no incluidos actualmente en la Red de Parques Nacionales de España. Sin duda, en la Serranía de Ronda podríamos haber aspirado a un Parque Nacional mucho más completo, extenso y coherente desde un punto de vista geográfico; que además atendiera a todas las aspiraciones de los pueblos que se han quedado fuera de la actual propuesta, a pesar de aportar espacios naturales merecedores de ser reconocidos y protegidos. Es el caso de Genalguacil, Jubrique, Estepona, Casares o Júzcar, por citar algunos.
¿Por qué crees que las Administraciones no han sido más ambiciosas y se han dejado fuera espacios naturales que merecen ser parte del futuro Parque Nacional?
El proyecto de Parque Nacional presentado por la Junta de Andalucía es una propuesta de mínimos que responde a las aspiraciones políticas y económicas de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de las Nieves. No son esos los criterios que deben prevalecer a la hora de aplicar la máxima figura de protección de nuestro país, cuyo objetivo fundamental es la protección de la naturaleza más allá de los límites administrativos. Es la primera vez en la historia del Organismo Autónomo de Parques Nacionales que se va a aprobar un Parque Nacional hecho a la carta de unos políticos locales, sin atender las sugerencias de la mayor parte de la comunidad científica ni las múltiples alegaciones de la ciudadanía: los pueblos del Valle del Genal o Estepona están indignados porque la propuesta de la Junta de Andalucía no incluye Sierra Bermeja en su totalidad, aunque sí la mitad oriental sin que su nombre aparezca en el futuro Parque. Eso se llama usurpación de la identidad y es incomprensible que la administración pública se preste a ello.
SERRANÍA DE RONDA
–Eres el coordinador del libro Los Bosques de la Serranía de Ronda, ¿Quiénes son los colaboradores que han participado en los diferentes capítulos?
El libro incluye los resultados de los dos proyectos de investigación que he dirigido en los últimos siete años en la Serranía de Ronda (ULTRAFORESTS y PALEOPINSAPO) desde la Universidad de Granada y nace con el objetivo de congregar en torno a la ciencia biogeográfica, en todas sus vertientes y aplicaciones, a distintas miradas de muy diversa procedencia científica y geográfica. En su elaboración han participado 35 autores formados en diferentes disciplinas (Geografía, Botánica, Ecología, Ingeniería Forestal, Ciencias Ambientales, Historia y Arqueología), y procedentes de distintas instituciones, asociaciones o empresas: Universidad de Granada, Universidad de Málaga, Universidad Pablo de Olavide, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, CSIC, C.D.P. Santa María de los Ángeles, Ayuntamiento de Ronda, Instituto de Estudios de Ronda y la Serranía, Sociedad Gaditana de Historia Natural, Museo de Ronda, Silvema Serranía de Ronda, Micogest, Acaire y Ronda Cartográfica.
La Editorial La Serranía ha jugado un papel muy importante porque ha realizado una apuesta firme y arriesgada con la publicación de este libro, ya que cuenta con 624 páginas a todo color, y es bien sabida la situación tan crítica por la que está atravesando el sector de la cultura en este momento de pandemia. Por otra parte, ha realizado una labor de edición muy cuidada. Sin duda es de agradecer.
-El libro Los Bosques de la Serranía de Ronda analiza el estado pasado y actual de las masas forestales. ¿Cómo definirías ese estado? ¿Hasta qué punto ha influido el hombre sobre el paisaje forestal de la Serranía?
La Serranía de Ronda preserva un marcado carácter forestal donde conviven bosques de coníferas (abetales y pinares) y frondosas (alcornocales, quejigales, encinares, castañares y formaciones de ribera). La superficie forestal, variada y extensa, persiste como un mosaico de formaciones adaptadas a un complejo medio biofísico (un relieve montañoso y agreste, geodiverso, surcado por valles encajados y ríos generosos; un clima mediterráneo húmedo; y una encrucijada biogeográfica), y sometidas a un largo proceso histórico de antropización, una dilatada historia común forjada a golpe de aciertos y desaciertos en el manejo de la floresta. A las tradicionales talas, quemas y carboneo, agricultura de subsistencia, adehesamiento, sobrecarga ganadera, o selección de especies dominantes, se suma la más reciente proliferación de grandes incendios forestales. En contraposición, asistimos a una cada vez mayor protección, gestión y ordenación efectiva del valioso patrimonio forestal compartido.
El ser humano, por tanto, ha desempeñado un papel fundamental en la distribución pasada y presente de zonas forestadas, deforestadas o reforestadas, posibilitando, en cualquier caso, el legado forestal que actualmente enriquece el extenso patrimonio eco-cultural de la comarca.
-Castañares, alcornocales, quejigales, pinsapares… ¿A qué nivel están los bosques de la Serranía respecto al resto de España?
Los bosques de la Serranía aportan al conjunto del país algunas de las formaciones arbóreas más valiosas, originales y también amenazadas. Constituyen vastas extensiones forestales poco usuales en el sur peninsular, aportando además una gran biodiversidad. Es el caso del pinsapar, exclusivo de la Serranía de Ronda y actualmente acantonado en las sierras de Grazalema, de las Nieves y Bermeja, siendo esta última donde se encuentra el único pinsapar serpentinícola (sobre peridotitas) del Planeta.
– Este libro aumenta el conocimiento sobre los bosques de la Serranía. ¿Cómo puede divulgarse ese conocimiento entre los ciudadanos comunes, las instituciones, quienes viven y trabajan en el campo y la naturaleza, etc?
Siempre he considerado que la transferencia de los resultados de la investigación debe tener un papel primordial en las universidades. Este es un libro que pretende divulgar, a todos los niveles pero de forma rigurosa, los valores naturales de una comarca. Para ello se ha diseñado en su formato actual, con un amplio y atractivo contenido gráfico, y se está divulgando a través de todos los canales mediáticos a nuestro alcance (medios de comunicación, redes sociales, revistas científicas, etc.) para que llegue a todos los públicos. Además, cuando la situación lo permita será presentado en aquellas ciudades y pueblos de las provincias de Málaga, Cádiz y Sevilla que lo deseen, para acercarlo a los centros de enseñanza y bibliotecas municipales.
-¿Qué opinión tienes sobre las “agresivas técnicas” con las que se han desbrozado ríos como el Guadaiza, Chillar, Padrón, etc. y el impacto en la flora y fauna autóctona con la excuso de “limpiar” para evitar riadas y destrozos por lluvias torrenciales?
Puedo opinar sobre el río Guadaiza, que lo conozco mejor. Una máquina arrasando todo el ecosistema fluvial que se había regenerado en el cauce de nuestro río durante tantos años no es una técnica adecuada. Aunque la actuación de «limpieza» era necesaria y contaba con el permiso de la Junta de Andalucía, estaba condicionada a mantener las especies autóctonas como el sauce (limpieza selectiva) y a retirar las especies exóticas y la basura, ya que se trata de un espacio de alto valor ecológico protegido por la Unión Europea como Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000. Sin embargo, arrasaron con todo (flora y fauna asociada) dejando paradójicamente las especies invasoras (eucaliptos, mimosas y casuarinas) y la basura, que son las que alteran el ecosistema fluvial y realmente obstaculizan el paso del agua en caso de riada. Han hecho justo lo contrario a lo que debían.
Las responsabilidades de los episodios de inundación que se han sucedido en los últimos tiempos hay que buscarlas en los permisos urbanísticos concedidos para construir urbanizaciones y colegios junto al cauce, así como en las deficientes infraestructuras viarias que lo cruzan.
-Respecto a la futura aprobación del PGOU de Marbella, ¿Cuáles son los espacios naturales que deben protegerse de la especulación urbana a toda costa?
Sin duda la Vega del río Guadaiza es un ámbito que debe ser protegido a toda costa dados sus innegables valores ambientales, paisajísticos, históricos y culturales. San Pedro Alcántara perderá la poca identidad territorial que le queda si la Vega sucumbe al ladrillo y acaba banalizándose su paisaje, que es lo que ya ha ocurrido en el continuo urbano que constituye la Costa del Sol.
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