La Hermandad de Nuestra Señora del Carmen ha anunciado mediante un comunicado que el Rey Felipe VI ha aceptado el nombramiento de Presidente de del Comité de Honor de la Coronación Canónica de la Virgen del Carmen. La Casa Real remitió una carta confirmando que el monarca accedía a la petición hecha por la Hermandad el pasado 13 de mayo por parte del Jefe de la Casa de S.M. El Rey, D. Camilo Villarino Marzo a la hermana Mayor, Doña Ana Belén Haro Marcelo, a través del envío de la correspondiente Credencial que lo certifica.
“Es un inmenso honor para nuestra Hermandad que S. M. el Rey Felipe VI haya aceptado la presidencia del Comité de Honor, lo que supone un enorme apoyo a tan importante acontecimiento que celebramos”, han valorado desde la Hermandad.
El comunicado no ha podido confirmar que el monarca español vaya a asistir el próximo 26 de octubre a la ceremonia de la coronación canónica.
El Obispo, D. Jesús Catalá, aprobó a inicios de noviembre de 2023 la coronación canónica de la Virgen del Carmen de Marbella. La talla de la Virgen del Carmen fue la única imagen de Marbella que se salvó de la quema durante la persecución religiosa del siglo XX en España. En el año 2012, fue proclamada patrona de la ciudad costasoleña debido a la enorme devoción popular que aviva.
Como se señala en las normas para las coronaciones canonicas y salidas extraordinarias de Hermandades y Cofradías publicadas por el Obispado de Málaga, «solamente es oportuno coronar aquellas imágenes que, por la gran devoción de los fieles, gocen de cierta popularidad, de tal modo que el lugar donde se veneran haya llegado a ser la sede y como el centro de un genuino culto litúrgico y de activo apostolado cristiano».
Asimismo, las normas recogen unos requisitos de antigüedad «la veneración a dicha imagen deberá existir desde más de 100 años y con una devoción probada durante este periodo. En el caso de ser titular de una asociación de fieles, esta habrá de tener al menos 50 años ininterrumpidos de actividad» y devoción, que tiene que ser «contrastada, demostrada y suficientemente vivida y manifestada durante los años anteriormente mencionados, existente durante todo el año, no sólo en momentos puntuales (vgr., fiesta patronal, procesión o similar) y que se irradie al menos al ámbito del territorio arciprestal, para lo cual se recogerá el parecer del equipo sacerdotal arciprestal».