Ya han comenzado los preparativos para iniciar las obras de reconstrucción de la ermita del parque Vigil de Quiñones. Esta actuación se encuadra en el contexto del reacondicionamiento que el Ayuntamiento hará en todo el entorno: en total se actuará sobre 4.625 metros cuadrados de este espacio verde de la ciudad.
Ya era hora porque va para ocho años cuando la alcaldesa Ángeles Muñoz anunció la rehabilitación de la capilla del Vigil de Quiñones pero esta obra tan necesaria ha estado bastante por detrás en las prioridades de las sucesivas corporaciones municipales que han accedido al Ayuntamiento. Hasta ahora.
Según el proyecto de rehabilitación, al que ha tenido acceso El Periódico de Marbella, “se acondicionará todo el entorno por medio de un recorrido de madera, con jardines delimitados por bordes de acero oxidado”. Se actuará para suprimir todas las barreras arquitectónicas, se remodelará todo el sistema de iluminación para que sea con luces LED, nuevo mobiliario urbano y pavimentos. Igualmente, se procederá a la demolición de los antiguos vestuarios del antiguo campamento del Frente de Juventudes. También se llevará a cabo una completa regeneración de la vegetación del parque.
La empresa adjudicataria de la obra es Prinza y el contrato se ha cerrado por 524.955 euros, un poco por debajo de la licitación inicial, procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), y se alargará durante cinco meses.
CENTRO DE INTERPRETACIÓN
La obra supondrá devolver a la ermita a su antigua configuración que, contra lo que se ha dicho alguna vez, no es similar a la originaria iglesia de Baler donde el doctor Rogelio Vigil de Quiñones protagonizó la gesta que le convertiría en uno de los Últimos de Filipinas. Queda por confirmar el uso que tendrá ya que en el pasado mes de agosto se anunció que se convertiría en un centro de interpretación sobre el uso que en el pasado ha tenido el parque. Algo extraño, ya que fue utilizado durante décadas como campamento del Frente de Juventudes durante el franquismo. Más apropiado sería convertir la capilla en un centro de interpretación sobre la figura del médico militar Rogelio Vigil de Quiñones, uno de los más insignes personajes de la historia de Marbella. Fue uno de los protagonistas de la épica gesta de los Últimos de Filipinas y también tuvo un destacado papel curando a cientos de heridos y organizando la sanidad en las diversas campañas africanas durante el primer tercio del siglo XX. Desde luego lo merece.
A día de hoy, a pesar de las consultas de este medio, no está confirmado el futuro uso que tendrá la capilla del Vigil de Quiñones.