Javier Lima -Verso Libre- Educar en la era digital

Una sociedad civil fuerte es uno de los principales pilares de cualquier democracia consolidada. Por ese motivo es fundamental fomentar una ciudadanía activa, responsable y crítica, uno de los objetivos de la asociación Marbella Activa y de la colaboración que tenemos en Cadena Ser Marbella con el programa ‘Hablando de ciudadanía’. Este pasado martes hablamos, en concreto, de las redes sociales, los móviles y los jóvenes, donde contamos con la colaboración especial de Walter Jones, perteneciente a la plataforma Adolescentes Libres de Móviles de Málaga.

Para llegar a ser un ciudadano responsable y comprometido con la sociedad que nos ha tocado vivir es importante que, entre otras habilidades, promovamos el pensamiento crítico como una actitud activa que es preciso aprender y entrenar cada día.

Precisamente una de las claves para ejercitar un pensamiento crítico es la de sopesar y tamizar la información que nos llega, aunque nos encontramos con una paradoja en plena era digital: tener disponibles en un solo clic millones de megabytes y estar más desinformados que nunca. Un mar de datos que nos inunda, especialmente a través de las pantallas y en plena irrupción de la inteligencia artificial, nos lo pone aún más difícil en esa escurridiza tarea de alcanzar un conocimiento veraz del mundo que nos rodea, sobre todo cuando el único acceso pueden ser las redes sociales a través de un móvil y los algoritmos los que te filtran qué ‘verdad’ es la que debes conocer.

Un proceso que nos ha llegado tan precipitadamente que no hemos sido capaces de asimilarlo en su totalidad, por la evolución tan vertiginosa que lleva la tecnología y que nos ha pillado a traspié como generación bisagra, añadiendo a esto la responsabilidad de tener que educar digitalmente a las siguientes para evitar los peligros que supone la falta de supervisión en los más jóvenes y vulnerables.

Esta semana leía en El País una noticia sobre el aumento de la violencia sexual que me produjo bastante inquietud como padre. Un incremento causado por el consumo de pornografía, sobre todo a edades tempranas, y que se relaciona con el aumento de las violaciones grupales. Algo que me constaba que estaba ocurriendo entre niños de primaria que disponen de barra libre en sus dispositivos -móviles y tabletas- donde juegan online a videojuegos, ven y comparten porno y videos de contenido violento hasta altas horas de la noche, menoscabando su rendimiento escolar y comprometiendo su salud sexual y mental para el resto de sus días porque terminan aceptando y normalizando estos comportamientos y lo que es peor, reproduciéndolos en el peor de los casos.

El vídeo más visto en el mundo es una violación grupal con más de 250 millones de reproducciones, algo que dice mucho de nosotros y que desgraciadamente está disponible, junto a otros contenidos sexuales y extremadamente violentos, a cualquier niño o adolescente que pueda tener acceso en sus dispositivos sin la supervisión de sus padres.

Aún sin ver ese tipo de contenidos, cada vez son más las evidencias que tiene la ciencia del impacto negativo que tiene sobre los menores el exceso de pantallas en el desarrollo cognitivo de sus cerebros. Si a esto le sumamos las consecuencias que tiene para ellos los contenidos inapropiados para los que no están preparados, el cóctel fatal está servido.

Sobre el peligro de las redes y la manipulación que supone para los jóvenes os recomiendo un documental: ‘El dilema de las redes’ que se puede ver en plataformas de streaming donde expertos y los propios artífices de los algoritmos que funcionan en dichas redes advierten sobre los peligros que supone para el bienestar de los usuarios. Adicción, ansiedad, depresión y otros impactos negativos han aumentado, sobre todo en niños y adolescentes. Una tendencia que se refleja en las cifras de suicidios de niños registradas en los últimos años. En Estados Unidos, según datos oficiales, el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte entre los niños en edad escolar y los jóvenes (de 12 a 18 años), por detrás de los accidentes.

Por ello son muchas las ciudadanas y ciudadanos que están uniendo sus fuerzas para que la sociedad tome conciencia sobre el acceso a los móviles entre los más jóvenes, como es el caso de la plataforma Adolescencia Libre de Móviles de Málaga (por citar una cercana), con casi 1000 miembros organizados en la aplicación de Telegram que buscan, lejos de prohibir, educar en la era digital informando de los riesgos que supone dar un móvil a un adolescente o un niño demasiado pronto. Una tarea que debe ser de toda la tribu para que sea efectiva: padres, comunidad educativa e instituciones para velar por el bienestar y el futuro de nuestros jóvenes.

Más información

Pongo aquí el enlace al informe elaborado por UNICEF ‘Impacto de la tecnología en la adolescencia’ donde se ha encuestado a 50.000 adolescentes españoles y donde extracto algunas de las conclusiones de este estudio aresaltar:

• La práctica totalidad de los adolescentes que cursan ESO (94,8%) dispone de teléfono móvil con conexión a Internet, dispositivo al que accede justo a los 10,96 años, por término medio.
• El 58,4% acostumbra a dormir con el móvil en su habitación y el 21,6% lo usa más tarde de las 12 de la madrugada, triplicándose en esos casos las tasas de sexting, de ciberacoso, contacto con desconocidos o apuestas online.
• El 98,5% está registrado al menos en una red social y un 83,5% en tres o más. Un 61,5% reconoce además que posee más de una cuenta o perfil dentro de una misma red social (un perfil blanco para los progenitores o para el público en general, y otro más personal para relacionarse con los pares).
• Cabe destacar además que, prácticamente, 1 de cada 10 adolescentes (9,8%) ha llegado a recibir proposiciones de tipo sexual por parte de un adulto a través de la Red.
• El contacto con desconocidos online es habitual. Las chicas son objeto de proposiciones sexuales por parte de adultos mucho más frecuentemente que los chicos, mientras que el consumo de pornografía online se duplica en el género masculino. El tránsito a la segunda etapa de ESO hace que se disparen todas las prácticas de riesgo.

Aquí tenéis más información sobre el documental ‘El dilema de las redes’:

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