Francisco Moreno Fernández es Doctor en Historia del Arte e investigador y gran conocedor del pasado de Marbella. La Universidad de Málaga acaba de reeditar su tesis El Centro Histórico de Marbella, Arquitectura y Urbanismo, una nueva edición actualizada con más de cincuenta páginas añadidas y en la que Moreno ha invertido cinco meses de trabajo. Este es un manual imprescindible para el conocimiento del pasado y el presente de nuestro casco antiguo que ha sido actualizado incluyendo nuevos datos sobre el origen del castillo de Marbella o la iglesia de San Sebastián. El Periódico de Marbella ha hablado con Moreno para hablar de urbanismo, arquitectura e historia.
-Pregunta. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) está en boca de muchos como el documento que pintará el modelo de ciudad las próximas décadas. Desde tu punto de vista como experto en el conocimiento del urbanismo histórico de Marbella, ¿Qué opinión te merece?
-Respuesta. El Ayuntamiento lo está haciendo muy mal. Debería haberse hecho una carta arqueológica con todos los bienes y yacimientos históricos del municipio. También deberían tener un inventario arquitectónico de los edificios e inmuebles de interés arquitectónico y haber previsto y puesto en marcha el Plan Especial de Protección del Casco Histórico. Mucho me temo que a estas alturas de la tramitación, que ya está muy avanzada, nada de esto se ha contemplado.
-P. Sin embargo, en el PGOU del 2010, que fue anulado en 2015, sí se tuvo en cuenta la catalogación de esos bienes que mencionas…
-R. Para el PGOU del 2010, José María Ruiz Povedano, director gerente de la Oficina de Planeamiento Urbanístico de Marbella, impulsó la creación de un capítulo dentro del Plan General que incluía precisamente el inventariado de los yacimientos, bienes y espacios históricos del municipio, además de una lista de inmuebles pertenecientes a la arquitectura moderna y contemporánea que, por su singularidad, merecían algún tipo de protección. Fue un paso de gigante en el que la asociación Cilniana tuvo un papel muy importante.
El problema actual es que, con la anulación del PGOU de 2010, llevamos seis años en el limbo en lo que respecta a la protección de muchos de esos espacios históricos, que no se contemplan con el PGOU del 86.
-P. Con lo cual, ¿Qué expectativas tienes respecto al futuro PGOU?
-R. Muy pocas. El Plan seguramente irá a unos mínimos respecto a la protección patrimonial, será una oportunidad perdida para pintar una ciudad más amable con la sostenibilidad, con el patrimonio y con el medio ambiente. Lo que interesa, al final, es la especulación y el urbanismo de construcciones. Por eso, creo que será un PGOU continuista con lo que hemos tenido en los últimos 15 años.
-P. Por lo menos el casco histórico está protegido…
-R. Es cierto que hay un nivel de protección en el casco antiguo de Marbella. Pero es provisional. Cuando yo estaba en la Comisión Gestora se aprobó la normativa transitoria del Centro Histórico tras el enorme expolio y tropelías que se perpetraron durante la época del Gil. Pero hace falta un Plan Especial de Protección del Casco Antiguo porque no existe un inventario que valore el interés o la importancia de los inmuebles del interior del centro histórico. Esa es una asignatura pendiente del Ayuntamiento desde hace 15 años. En este sentido la dejadez municipal en la protección del Patrimonio es total.
-P. Hablemos de la otra pata de la riqueza urbanística de Marbella: la arquitectura moderna y contemporánea.
-R. La gente tiene que saber que a partir de mediados del siglo XX vinieron a Marbella algunos de los mejores arquitectos a nivel nacional e internacional. Arquitectos como Luis Gutiérrez Soto, Antonio Fernández Alba o Robert Mosher hicieron decenas de construcciones y casas en el municipio que, en muchos casos, tendrían un alto interés patrimonial y arquitectónico si no fuera porque muchas han sido demolidas. Hay que entender que, durante los años cincuenta y sesenta del siglo XX, el municipio se llenó de chalets y casas privadas que merecen ser catalogadas. Es necesario que el Ayuntamiento haga un Inventario de Arquitectura Moderna y Contemporánea y que forme parte del Patrimonio Histórico de la ciudad. De este modo se podrían establecer unos niveles de protección de estas edificaciones y obligar a los propietarios a un mantenimiento.
-P. Han pasado más de 15 años desde que saliera la primera edición de tu tesis El Centro Histórico de Marbella, Arquitectura y Urbanismo. ¿Qué novedades podemos encontrar en este volumen actualizado?
-R. En estos años han mejorado mucho las técnicas de investigación y también ha habido una mejora en las prospecciones arqueológicas acometidas en el casco antiguo de Marbella. Hay un par de hipótesis que planteé en la primera edición que se han confirmado. La primera, el origen romano del castillo y el posible origen romano de la ciudad, que en ese periodo debía ocupar lo que es, más o menos, la mitad del actual Casco Histórico, entre la antigua Puerta de la Mar y Puerta de Málaga.
La segunda hipótesis que se confirma en esta edición actualizada es el descubrimiento de la Iglesia de San Sebastián en la plaza del Santo Cristo. Yo ya defendí hace 15 años que en ese lugar estaba la iglesia basándome en fuentes históricas. Hace un año, con las excavaciones para hacer el hotel en La Fonda, se descubrió el camarín y la Iglesia y fue todo un orgullo para mí que se confirmara lo que ya había adelantado en la primera edición de El Centro Histórico de Marbella, Arquitectura y Urbanismo.
-P. Para concluir, ¿Qué hace falta para mejorar el conocimiento que tienen los marbellíes sobre su patrimonio monumental e histórico?
-R. Divulgación y más divulgación. Apenas se ha avanzado para impulsar estudios sobre el patrimonio de Marbella desde el punto de vista de la Historia del Arte. El Ayuntamiento tiene muchísimo que hacer para potenciar el conocimiento de nuestra riqueza patrimonial entre los marbellenses. Pero no sólo el Consistorio. Cualquier colectivo, asociación cultural y experto debe ir más allá y dejar de recrearse en lo bien que conoce tal o cual periodo o edificio de nuestro Patrimonio. El objetivo debe ser canalizar ese conocimiento para que llegue a todos los marbellenses, a las aulas de los colegios e institutos, a través de las redes sociales, etc.