Se cumplen 450 años de la batalla de Lepanto, el combate naval con el que el Imperio Español detuvo la expansión incontenible del Imperio Otomano por el Mediterráneo central y occidental. 231 navíos cristianos se batieron durante horas contra 270 galeras y fustas turcas el 7 de octubre de 1571 y un valiente marbellí jugó un importante papel en la lucha más crucial de esta masiva batalla naval: el asalto a la galera del almirante turco Alí Pachá. El capitán del Tercio de la Armada Andrés Becerra de Marbella fue quien capturó la bandera del navío insignia enemigo, marcando el tiempo de la victoria hacia el lado cristiano.

En la batalla de Lepanto se enfrentaron los turcos otomanos contra una coalición cristiana, llamada Liga Santa, formada por el Reino de España, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la República de Génova y el Ducado de Saboya. Los cristianos resultaron vencedores, salvándose sólo 30 galeras turcas. Se frenó así el expansionismo turco por el Mediterráneo occidental. En esta batalla participó Miguel de Cervantes, que resultó herido, sufriendo la pérdida de movilidad de su mano izquierda, lo que valió el sobrenombre de “manco de Lepanto”. Este escritor, que estaba muy orgulloso de haber combatido allí, la calificó como “la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros”.

Esta batalla naval entre dos rivales tan igualados se resolvió en el centro de ambas formaciones, cuando se trabaron las galeras de los dos almirantes Juan de Austria, hermanastro del rey Felipe II y Alí Pachá. Tal y como explica el cronista marbellí Fernando Alcalá en su libro Crónicas de Marbella, “el momento decisivo fue aquel en que, empotrado el espolón de la galera Sultana de Alí Pachá en el costado de la Real de don Juan de Austria, cristianos y turcos buscan el cuerpo a cuerpo. Las cuantiosas bajas son repuestas con olas de nuevos combatientes procedentes de otras galeras que acuden en apoyo a las capitanas. Arden muchas naves, y en el mar, rojo de sangre, flotan los despojos de la batalla, entre ellos los cuerpos de miles de combatientes muertos”.

El capitán de Marbella Andrés Becerra combatió en Lepanto encuadrado en el Tercio de la Armada de don Lope de Figueroa, que repartió sus 14 compañías (con unos dos mil soldados) entre las galeras de España y Nápoles. Según el libro De Pavía a Rocroi, de Julio Albi de la Cuesta, «la Real de Don Juan de Austria llevaba 400 arcabuceros y mosqueteros al mando del maestre de campo Lope de Figueroa», que se enfrentaron a los 400 jenízaros (soldados de élite otomanos) de la Sultana de Alí Pachá.

La batalla de Lepanto arremolinó a cientos de galeras en un combate terrestre en medio del mar. La experiencia de los soldados viejos de los Tercios españoles fue determinante para lograr la victoria.

Alcalá Marín relata cómo los cristianos intentan alcanzar el corazón de la Sultana buscando matar o capturar al almirante turco y abatir su estandarte como símbolo de la victoria. “Por dos veces son rechazados, hasta que, en un tercer intento, y merced al apoyo de una fuerza de doscientos hombres que don Álvaro de Bazán pasa desde su galera, ocupan la cubierta enemiga, y es entonces cuando un capitán de Marbella, Andrés Becerra, con indescriptible arrojo, se apodera del estandarte blanco de Alí Pachá, traído de La Meca, y lo alza en señal de victoria, a la vez que un tiro de arcabuz acaba con la vida del caudillo otomano”.

Entre los más de 150.000 cristianos y musulmanes que participaron en la jornada de Lepanto fue así como un marbellí se convirtió en protagonista de la historia. Hasta el punto de que el rey Felipe II regaló a Andrés Becerra la bola de oro del tope de la enseña turca como premio a su valor y arrojo en el combate.

Don Juan de Austria, hermano del rey Felipe II y vencedor de Lepanto.

UN POCO DE LUZ SOBRE UN SOLDADO DESCONOCIDO

El capitán del Tercio de la Armada Andrés Becerra es un personaje poco conocido en Marbella. Quien más ha hecho por darlo a conocer ha sido el historiador Francisco Moreno que investigó al personaje en su artículo Datos para una biografía del capitán Andrés Becerra en su blog marbellenses.blogspot.com, que puede consultarse en este enlace: https://marbellenses.blogspot.com/2020/06/datos-para-una-biografia-del-capitan.html.

“Poco se sabe de su vida y tras estas líneas espero esclarecer algunos aspectos menos conocidos. Se ha dudado si era capitán o un simple soldado; Fernando de Saavedra en su memorial sobre la Casa de Saavedra (1679) indica que era cabo de cuatro galeras cuando se produjo el desafortunado naufragio de la flota de don Juan de Mendoza en la Herradura en 1562.  Fray Felipe de la Gándara en su Nobiliario, armas y triunfos de Galicia (1677) afirma que ya era capitán cuando sucedió el naufragio y que en la batalla de Lepanto era cuatralbo, esto es jefe de cuatro galeras”, explica Moreno.

El historiador marbellí revela también que “Saavedra cita también que fabricó el muelle de Málaga, Gándara que era director del muelle y en el documento de Pedro Becerra se afirma que fabricó no solo el de Málaga sino también el de Gibraltar”.

Estandarte de Alí Pachá capturado por el marbellí Andrés Becerra.

Sobre los antepasados del capitán Becerra, Moreno lo tiene claro: “no sabemos nada de los antecedentes familiares de Andrés Becerra, algo que indica la ausencia de un linaje noble si lo hubiera ya se habrían encargado sus descendientes de nombrarlo o inventarlo, aunque Saavedra lo intenta imbricar con los Becerra de la casa de Saavedra: … en las ciudades de Ronda, Gibraltar y Marbella, adonde, como conquistadores se les hizieron repartimientos de tierras, y en Marbella muchos bancales de tierras. No he encontrado ningún Becerra en los repartimientos de Marbella ni tampoco en las mercedes reales posteriores”. 

SUPERVIVIENTE DEL DESASTRE DE LA HERRADURA

Andrés Becerra fue uno de los pocos supervivientes del desastre de La Herradura, ocurrido el 19 de octubre de 1562. La escuadra de 28 galeras dirigida por don Juan de Mendoza Carrillo se dirigía a Málaga para aprovisionarse de pertrechos y hombres con objeto de abastecer y reforzar la plaza norteafricana de Orán-Mazalquivir, ya que se temía un ataque al presidio por parte de los turcos.

Relata el historiador Cesáreo Fernández Duro en Naufragio en La Herradura que, con el objetivo de protegerse de un temporal de Levante el almirante Mendoza marchó de Málaga a refugiarse en La Herradura. “Al poco de llegar el viento rondó al Sur con tal violencia que no dio tiempo a levar de nuevo y las galeras fueron empujadas a la costa haciéndose pedazos. La nave capitana, “hermoso bajel de 28 bancos construido en Nápoles, se atravesó a las olas la galera y la tumbo, anegándose. Mendoza, al caer al agua quiso nadar pero el golpe de un madero en la cabeza le aturdió y le echó al fondo”, relata Fernández Duro. Junto a Mendoza se calcula que fallecieron unas 5.000 personas entre remeros, soldados, marinos, etc.

Galeras en combate en el Mediterráneo

Poco después del mediodía, 25 de las 28 galeras que integraban la escuadra se habían hundido, librándose sólo tres, que se habían refugiado en la cara este de la Punta de la Mona. El capitán Andrés Becerra fue uno de los supervivientes de esta tragedia quedando al mando de los navíos que aún estaban a flote.

El capitán Andrés Becerra tiene una calle en Marbella desde 2011, junto al antiguo Banana Beach. Juan Cristóbal Ortiz Parra lo consiguió tras promover una iniciativa para que se reconociera su figura. Queda también como recordatorio de la hazaña de Becerra la bandera de Alí Pachá, que se puede admirar en la Armería del Palacio Real de El Escorial.

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