El sector inmobiliario del lujo navega a toda vela a tenor de los informes publicados por dos agentes reputados de este segmento productivo en Marbella como son la inmobiliaria Panorama y DOM3, la asociación para la Vivienda de Alta Calidad.
Para muestra un botón: el informe de Panorama constata que el que el número de compraventas realizadas por esta agencia especializada en viviendas de lujo en el primer semestre de 2021 se ha incrementado en un 68% en comparación con el mismo período de 2019. Christopher Clover, Director General de Panorama Properties, hace referencia en su informe a las estadísticas del primer trimestre de 2021 para los municipios de Marbella, Estepona y Benahavís, indicando un repunte del 9,2% en las ventas en comparación con el mismo período de 2020, pero destaca especialmente Marbella con un incremento del 22%.
Clover considera que “el aumento de consultas de compradores potenciales registrado por Panorama en el primer semestre de 2021, que se incrementó en un 154,4% con respecto al primer semestre del 2019, ha sido consecuencia directa de la pandemia”. Además, el informe de Panorama prevé que los precios de las viviendas, pese a haberse ajustado durante la pandemia y permanecer estables en estos momentos, van a comenzar a aumentar gradualmente. El aumento del 8,56% de los costes de construcción registrados desde finales del primer trimestre de 2020 hasta finales del primer trimestre de 2021, según la Sociedad de Tasación, están contribuyendo también a dicha subida. Cabe destacar que, aunque existen viviendas disponibles en el mercado en todas las categorías de precios, aquellas que alcanzan entre los 3M€, y los 12 M€, o incluso más, se han convertido en el tipo de venta habitual, inmuebles de un nivel que prácticamente no existían antes de la última crisis y de los que incluso podría estar habiendo una escasez temporal.
El informe remarca que no hay indicios de merma de la demanda, todo lo contrario, se espera una demanda más fuerte en los próximos meses de acuerdo con la creciente libertad de movilidad. Hay cientos de clientes esperando «formalizar la compra” de la vivienda que ya han seleccionado previamente a través de visitas virtuales o videollamadas, plataformas que están teniendo gran éxito en el sector. El sector inmobiliario se está percibiendo como una inversión “de puerto seguro”, no solamente en Marbella sino en todo el mundo.
FALTAN TRABAJADORES CUALIFICADOS
Las grandes perspectivas de futuro sobre el mercado de la vivienda del lujo en Marbella están provocando que empresas constructoras y otro agentes urbanísticos vean con preocupación la falta de mano de obra cualificada de cara a asumir la creciente demanda. “Esta falta de personal amenaza directamente a la ejecución de los proyectos que se prevén ejecutar con la llegada de los fondos europeos que reconstruirán la economía española tras la pandemia, de los cuales aproximadamente la mitad irán destinados al sector del ladrillo. Un problema que se acrecienta especialmente en el sector de las viviendas de alta gama, ya que el trabajo de profesionales cualificados es muy necesario para que se mantenga la máxima calidad en todas las líneas del proceso, desde las instalaciones técnicas hasta los últimos detalles decorativos” aseguran desde el colectivo DOM3.
Según la patronal, serán necesarios 700.000 nuevos empleos en la construcción para poder llevar a cabo los proyectos relacionados con los 70.000 millones de los fondos europeos que llegarán en los próximos meses. En la actualidad, hay aproximadamente 1’3 millones de trabajadores, dato que contrasta con los 2’8 millones de la época de la burbuja, de los cuales la mayoría se marcharon para no volver. Recuperarlos es el reto al que se enfrenta el sector. Para ello, será necesaria la ayuda gubernamental a través de formación profesional.
“La vivienda de alta gama en la zona donde más prolifera, como Marbella, es una auténtica industria, sin embargo, los trabajadores no tienen una formación acorde a los proyectos que se realizan”, apunta la paisajista y presidenta de DOM3, Laura Pou. Es más, son las propias empresas “las que forman y preparan a sus trabajadores, con el incremento de esfuerzo y dinero que eso supone para el funcionamiento de las empresas”, añade Pou.