Hace más de 4 años, en agosto de 2020, el Ayuntamiento de Marbella aprobó la digitalización de los fondos documentales del Archivo Municipal dentro de un proceso que calculaba que se llevaría a cabo en los siguientes tres años.
Para ello se contrataron a cuatro técnicos expertos en digitalización de documentos para trabajar en el archivo municipal. El proyecto incluía tanto los expedientes administrativos más recientes como los archivos históricos. A día de hoy apenas se ha avanzado en la digitalización por falta de personal.
Según fuentes municipales consultadas por este periódico, “al principio todo fue bien. Se consiguieron fondos EDUSI de la Unión Europea con los que contrataron a los cuatro digitalizadores y las máquinas para hacer el trabajo. Durante un año en el archivo municipal se consiguió que todas las peticiones de documentos digitalizados que se hacían se resolvieran en el mismo día”.
Sin embargo, tras un año de trabajo, según señalan esas mismas fuentes, los cuatro digitalizadores fueron despedidos y, prácticamente, se paralizó todo el trabajo. “De estar al día en la resolución de peticiones de digitalización se pasó en poco tiempo a tardar meses en atender la peticiones que se hacían desde Urbanismo, desde dentro del Ayuntamiento y por parte de particulares”.
FALTA PERSONAL Y LOS ARCHIVOS ESTÁN DISPERSOS POR LA CIUDAD
Hace cuatro años eran 12 los trabajadores en el Archivo Municipal. Actualmente, hay cuatro empleados municipales, dos de ellos contratados recientemente, para atender las peticiones del Ayuntamiento y de la ciudadanía, en las cuatro sedes del archivo municipal dispersas por Marbella. El archivo histórico está ubicado en el Cortijo Miraflores, el de Urbanismo, en calle Portada, el archivo general está situado en el Edificio Horizonte junto al Patronato de Recaudación y el archivo de gestión está en el centro social Miraflores. Una dispersión que no favorece la buena gestión de este servicio público.
Por otro lado, hace 9 meses que se jubiló el archivero Francisco López, que desde marzo de 1987 ha estado a cargo del Archivo Municipal desarrollando una labor muy reconocida. Su plaza aún no ha sido cubierta mediante oposiciones públicas ni tampoco contratando a un trabajador cualificado para que cubra esta importante vacante.
¿A quién corresponde gestionar el Archivo Municipal?
Según explicó la directora general de Cultura, Carmen Díaz, a este periódico, “desde hace varios años, el Archivo Municipal es responsabilidad de la Vicesecretaría municipal, dentro de la delegación de Alcaldía, ya que el entonces Secretario del Ayuntamiento era muy aficionado a la historia y los documentos antiguos”.
Posteriormente, hace unos meses se creó el denominado Órgano de Apoyo a la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento, cuya responsable es, desde el 16 de marzo de este año, Inés Carolina Fábregas Cobo. Este Órgano de Apoyo se ha creado para “poner orden y racionalizar las funciones de la concejalía de Alcaldía”. Según han explicado fuentes oficiales del Ayuntamiento preguntadas al respecto, “no está claro en qué departamento o concejalía está encuadrado el Archivo Municipal. De hecho, tras la jubilación del archivero municipal, no se ha repuesto su plaza porque Recursos Humanos no sabía que tenía que hacerlo”.
Estas mismas fuentes municipales han explicado a este periódico que ha sido el Órgano de Apoyo, “que no es competente en ello, el que ha pedido a Recursos Humanos que se contrate a un nuevo archivero”. Respecto a la contratación de más personal para cubrir todas las vacantes que hay en el Archivo Municipal, desde el Ayuntamiento esperan que el futuro archivero se encargue de solicitarlo.
¿Y qué pasa con la tan anunciada y postergada digitalización de los archivos municipales? Actualmente, según han confirmado fuentes cercanas al Ayuntamiento, “apenas se ha digitalizado entre un 10 y un 15% de los archivos municipales”.
La digitalización es una medida muy necesaria para facilitar el funcionamiento interno del Ayuntamiento y para hacer más fácil los trámites y el acceso de los ciudadanos al Consistorio. Ni está ni se le espera porque ni el propio Ayuntamiento tiene claro quién debe pedirla y quien debe concederla, y no hay un archivero que se encargue de pilotarla.