Ha llegado la hora de conocer la salud de los ríos de Marbella. De saber cuáles son las amenazas y agresiones que padecen los ríos Guadalmina, Guadaiza, Verde y Real. Por eso, desde hace varias semanas voluntarios participan en el estudio ‘𝐀𝐧𝐚́𝐥𝐢𝐬𝐢𝐬 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐠𝐫𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐫𝐢́𝐨𝐬 𝐙𝐄𝐂 𝐝𝐞 𝐌𝐚𝐫𝐛𝐞𝐥𝐥𝐚’ que la asociación Marbella Activa ha conseguido que lo financie el proyecto ‘LIBERA, unidos contra la basuraleza’ creado por la ONG SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes.

Los expertos y voluntarios que participan en el estudio estarán recorriendo los cuatro ríos hasta el 30 de junio, analizando la basuraleza que encuentren: basura de origen doméstico y agrícola; escombros; vertidos y fugas de fecales; vertidos de restos de poda y proliferación de especies invasoras. Aproximadamente el 15 de septiembre se conocerán los resultados de este estudio inédito sobre nuestros cauces fluviales. Según el presidente de Marbella Activa, Javier Lima, “el objetivo del estudio es tener un mejor conocimiento del estado real de conservación de nuestros ríos con el que esperamos sensibilizar a la población sobre la importancia del cuidado de nuestros cauces e involucrar al Ayuntamiento de Marbella y la Junta de Andalucía en un papel más activo sobre la conservación de los mismos y su biodiversidad, más acorde a la Directiva Marco Europea del Agua tal y como se están haciendo en otras ciudades españolas y que son hoy referencias de ciudades verdes y sostenibles como es el caso de Vitoria”.

El biólogo Diego Rodríguez recogiendo una muestra de heces de nutria para analizar el nivel de plásticos en este mamífero.

Es necesario aclarar que los cuatro ríos marbellíes están protegidos mediante la figura de Zona de Especial Conservación (ZEC) y pertenecen a la Red Natura 2000. Esto es así porque los cuatro cauces son auténticos reservorios de biodiversidad. A pesar de las numerosas agresiones que han sufrido por el urbanismo costasoleño y la excesiva antropización, en parte de sus riberas y en sus aguas (en los tramos que no están secos) existe una espectacular biodiversidad animal y vegetal. Las nutrias dominan estos ríos y pasan de unos a otros sin problemas. Decenas de especies de libélulas y caballitos del diablo recorren los ríos buscando alimento, muchas de ellas venidas desde África. Vegetalmente, los tramos donde el agua fluye por estos ríos son auténticos vergeles sombreados por especies como el taraje, los sauces, juncos, la menta, la zarzaparrilla, zarzas, rosales, brecina, etc.

Rodríguez tomando notas durante el estudio del río Guadalmina.

Sin embargo, muchas son las amenazas que erosionan la riqueza propia del Guadalmina, Guadaiza, Verde y Real. Según el coordinador del estudio ‘𝐀𝐧𝐚́𝐥𝐢𝐬𝐢𝐬 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐠𝐫𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐫𝐢́𝐨𝐬 𝐙𝐄𝐂 𝐝𝐞 M 𝐚𝐫𝐛𝐞𝐥𝐥𝐚’, el biólogo Diego Rodríguez, “estamos en pleno proceso de recopilar datos y aún es pronto para sacar conclusiones, pero podemos adelantar que los mayores peligros para los ríos analizados son varios: las plantas invasoras como la mimosa, la acacia, rabo de gato, plumón de la Pampa y la caña; el impacto de especies acuáticas como el lucio, el cangrejo rojo americano o la colmilleja; el daño que provoca el ser humano con vertidos a las aguas fluviales y la proliferación de escombreras y basureros junto a los ríos, etc.”.

Los cañaverales invasores proliferan en los cauces marbellíes.
El rabo de gato es otra especie invasora que prolifera en las riberas de los ríos de Marbella.

FALTA DE UN CAUDAL ECOLÓGICO MÍNIMO EN LOS CUATRO RÍOS

Pero, por encima de todo, para el biólogo marbellí la mayor amenaza para la fauna y flora de los cuatro cauces es la falta de un caudal ecológico mínimo. “Allá donde fluye el agua de manera regular las plantas autóctonas crecen de forma natural e impiden que proliferen las invasoras. Los mamíferos, odonatos, anfibios y peces encuentran un hábitat estable en los que asentarse. En los lugares donde los ríos están secos pasa todo lo contrario: las riberas se llenan de cañas, mimosas, eucaliptos, casuarias, etc., y la fauna no se desarrolla”, explica Rodríguez.

Por tanto, la clave de bóveda de la buena salud de los ríos marbellíes está en que exista el caudal ecológico necesario para que se conserven los valores naturales de estos espacios fluviales. Al estar catalogados como ZEC, tanto el Guadaiza, Guadalmina, Verde y Real cuentan con Planes de Gestión que especifican el caudal mínimo obligatorio que deben tener. Pero no se cumple. En cuanto llega el calor o pasan semanas sin llover se secan gran parte de los cursos de los ríos, sobre todo en la parte inferior de las presas. Dándose el caso de que en las desembocaduras del Guadaiza o el Verde se forman charcas estancadas donde mueren cientos de peces.

El río Guadaiza atesora en su tramo medio rincones de auténtica belleza

“La Junta de Andalucía es la administración competente que debe garantizar que en los ríos ZEC haya un caudal mínimo, pero no hace nada. Y no es lo único que se incumple por parte de la Consejería de Medio Ambiente en relación a estos ríos”, explican desde el colectivo Ecologistas Malaka. Este colectivo medioambiental pone el acento también en el daño que provocan las “limpiezas de los cauces que ha llevado a cabo en diversas ocasiones el Ayuntamiento de Marbella con el permiso de la Junta de Andalucía utilizando maquinaria pesada y arrasando el cauce en vez de hacerla con expertos que distingan las especies invasoras de las autóctonas para que se haga una poda selectiva con herramientas manuales”.

Río Real. Donde fluye el agua la biodiversidad es exuberante.

En este sentido, el biólogo Diego Rodríguez recuerda cómo, en octubre de 2020, “fue surrealista porque metieron una máquina que arrasó parte del cauce del río Guadaiza, destruyendo mucha de la vegetación autóctona y dejando aquí y allá árboles de especies invasoras”. Rodríguez, uno de los mejores conocedores de la biodiversidad del Guadaiza, explica que, un año y medio después de esta actuación llevada a cabo por parte del Ayuntamiento, “el espacio dejado por toda la vegetación de ribera autóctona que destruyó la máquina ha sido ocupado por cañas y otras especies invasoras”.

Máquina «limpiando» el cauce del Guadaiza en octubre de 2020.

Nuestros ríos son mucho más que los suministradores represados de agua para consumo de turistas, nativos y campos de golf.  Hace muchos años que no se hace un estudio sobre la salud de nuestros cauces. Ni la Junta de Andalucía ni el Ayuntamiento de Marbella han puesto el foco en conocer mejor las amenazas que sufren por parte de la acción directa del hombre o por la proliferación de especies invasoras. Los ríos Guadalmina, Guadaiza, Verde y Real son auténticas joyas de biodiversidad en los que las nutrias se alimentan de cangrejos rojos americanos. Donde los escasos ejemplares de tortugas leprosas alóctonas se ven desplazados por la creciente población de tortugas de Florida. Los gallipatos comparten espacio con las culebras viperinas mientras las ranas nadan en sus charcas ante la mirada de las libélulas, el más formidable cazador entre los insectos voladores. Es necesario estudiar todo lo malo que sufren estos cauces y todo lo bueno que atesoran para poder proteger estos ríos de la mejor manera posible.

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