La delegación marbellí de la ONG Manos Unidas ayudará a agrandar una escuela para que los estudiantes de Bassila (Benín) puedan seguir con el segundo ciclo de secundaria.
Benín ocupa el puesto 166 de 191 en el Índice de Desarrollo Humano 2021-2022. Su economía está basada en una agricultura de subsistencia. Con un porcentaje de escolarización de apenas un 40%, en los últimos años la población ha ido tomando conciencia de la importancia de escolarizar a los hijos desde la infancia.
Por este motivo, el instituto Père Yves Rocher se creó en 2015 ante la insistencia de los padres que querían que sus hijos continuaran su formación en un Centro católico que garantizara la buena educación de los jóvenes. Actualmente hay 136 alumnos de secundaria, divididos en los 4 primeros cursos de secundaria. Ante la falta de aulas propias, ocupan las salas parroquiales y una antigua capilla. Cuando terminan el primer ciclo de secundaria, se van a realizar el segundo ciclo a un instituto islámico de la localidad. También carecen de instalaciones sanitarias.
Por todo esto, el Servicio Diocesano de Formación de Djougou ha solicitado la colaboración de Manos Unidas para construir dos módulos de 4 aulas cada uno y un bloque de letrinas. También se incluye un Programa de sensibilización para combatir la violencia contra las mujeres.
Con esta campaña lo que Manos Unidas pretende es sensibilizar a la población española de que el ser humano es capaz de cambiar las cosas en nuestro planeta para bien. Por eso, “nuestra actividad diaria está transformando el mundo y las consecuencias negativas de esos cambios afectan, sobre todo, a los más vulnerables. Estos tienen menos recursos para hacer frente al impacto negativo del cambio climático”, señalan desde la ONG.
Manos Unidas quiere denunciar la injusticia climática que merma los derechos de los más vulnerables y propone cambios en nuestros estilos de vida, producción y consumo desde un punto de vista colectivo y también individual.