La asociación Marbella Activa ha decidido sumarse, junto a más de un centenar de líderes empresariales y sociales, y 40 organizaciones, empresas, entidades sociales, ONG y medios de comunicación, a la iniciativa ‘Plan A, Economía para la Vida’, coordinada e impulsada por el Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social. “Tras el impacto sanitario, social y económico provocado por el COVID-19, la propuesta defiende un nuevo modelo económico transformador, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que priorice el servicio a las personas y el planeta”, explican desde este colectivo local.
“No queremos volver a la misma ‘normalidad’. El modelo económico ya había dado señales de debilidad y ahora ha demostrado su fragilidad. Necesitamos una economía capaz de hacer frente, a nivel local y global, a posibles futuras crisis, ya sean sanitarias, climáticas, energéticas, alimentarias o tecnológicas. Todo va a cambiar y, a diferencia de la crisis de 2008, tenemos que aprovechar esta oportunidad para superar nuestras diferencias y transformar la economía”, explica Diego Isabel, director del Foro NESI. Sobre este punto aclara que “si no lo hacemos nos enfrentaremos a escenarios distópicos. Por todo ello, con ‘Plan A’ trabajaremos con todas las personas, empresas y organizaciones que se adhieran para co-crear propuestas concretas aplicables a cada sector económico y se las haremos llegar al Congreso de los Diputados y a los gobiernos locales. Porque no hay planeta B ni vida B”, explica el máximo responsable de Foro NESI.
Desde Marbella Activa apuestan porque toda persona o entidad que lo deseé se sume a esta iniciativa y participe en el proceso de cocreación para definir acciones concretas dirigidas a cada sector de la economía. El punto de partida es el Compromiso por una Economía para la Vida, que ya han firmado más de 100 organizaciones y 5.000 personas, y que se compromete a trabajar por una economía transformadora que se fundamenta en cinco pilares:
-Una economía con sentido, en la que las organizaciones antepongan su propósito social a la mera maximización del capital, y donde se pueda progresar económicamente a la vez que se crea riqueza social. Un modelo con nuevos indicadores que informen, de manera transparente, sobre el impacto de las actividades económicas en la vida de las personas y la salud de los ecosistemas. Una economía en la que las organizaciones, personas autónomas y emprendedoras que contribuyan al bien común sean premiadas tanto por consumidores como por las políticas y compra pública. Una economía que promueva la banca con valores, la inversión de impacto y las finanzas sostenibles.
-Una economía local y resiliente, capaz de responder ante crisis sanitarias, energéticas, alimentarias o tecnológicas. Democrática, en la que las personas tengan derecho a decidir qué tipo de economía quieren para sus comunidades. Que puedan vivir en pueblos, ciudades y regiones sostenibles, cultivar alimentos saludables, producir energía limpia, construir viviendas asequibles con recursos locales y aplicar un consumo consciente en temas como la moda o el ocio. Una economía que tenga en cuenta la huella social y ecológica de los productos.
-Una economía que reinvente el trabajo, que facilite el acceso a la educación y al trabajo digno y motivador, de modo que las personas puedan desarrollar su talento y potencial humano y ponerlo al servicio del bien común. Un nuevo modelo que tenga en cuenta los avances de la tecnología, que ponga en valor las actividades culturales y artísticas y que considere la remuneración de actividades como el trabajo doméstico y los cuidados a personas dependientes.
-Una economía solidaria y colaborativa, que fomente las redes de colaboración local y su interconexión a nivel nacional y global, y en la que el conocimiento sea compartido para beneficiar a todas las personas. Una economía que ponga en valor la solidaridad y premie la cooperación entre organizaciones y personas que buscan el bien común por encima de la competitividad y el individualismo.
-Una economía circular y regenerativa, que aprenda de la Naturaleza y nos permita cambiar del actual modelo extractivo y contaminante a un modelo de desarrollo sostenible que opere dentro de los límites del planeta. Una economía basada en el ecodiseño, que garantice las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
“#PlanA #EconomíaParaLaVida está abierto a todas aquellas personas, empresas y organizaciones que quieran impulsar un cambio de modelo económico y social que fomente el desarrollo sostenible y la reducción de las desigualdades”, explican desde Marbella Activa. Desde este colectivo local señalan que cualquiera puede adherirse a la iniciativa a través de la campaña en Change.org o en la web www.nesi.es. Durante los próximos meses se desarrollarán diferentes webinars temáticos de cocreación, en los que se propondrán acciones concretas para cada sector de la economía.