Un cilindro enorme señorea las playas al oriente del pueblo de Estepona. Torre almenara de sabor cultural o Mirador del Carmen que es su nombre oficial. A sus pies el puerto deportivo bulle de turistas y paisanos mientras la ermita al norte lo contempla deslumbrada.
Nueve plantas para el conservatorio de música, biblioteca y espacios culturales diversos. Algunas todavía sin destino. Sobran.
Me quedo en la planta baja y sótano donde se encuentra la exposición que vengo a ver. Un espacio lineal, moderno y de grandes ventanales donde la luz tierna de este mar Mediterráneo lo invade todo.
Hago un recorrido por las salas muy protegidas y mejor documentadas. Un paseo “por lo cotidiano, por el alma de los objetos, por las escenas de nuestro entorno a través de la mirada única de estos grandes artistas del realismo español – Antonio López, Julio López, Carmen Laffon, Isabel Quintanilla….Unidos todos ellos por su carácter generacional y familiar con mas de ochenta pinturas dibujos y esculturas reunidas para esta ocasión”
Ni soy periodista, ni crítico de arte, solo un caminante que se ha encontrado con esta maravilla de exposición auspiciada por el Ayuntamiento de Estepona. Aprovecho este artículo para invitar a cualquier interesado en el arte para que la visite. Estará abierta hasta el 20 de Julio
Soy solo un observador curioso que quiere expresar y compartir sus sentimientos encontrados.
Antes de nada una sorpresa enorme al encontrarme en este espacio una exposición de categoría internacional de lo mejor del realismo español. Objeto de deseo para este aprendiz del dibujo y escultura. Y para cualquier amante de la belleza.
La sorpresa se une a la admiración para las obras encontradas donde destacan los enormes cuadros tanto en belleza como tamaño de Antonio López y en especial la escultura en tamaño natural de Julio López de sus hija Esperanza caminando. La perfección de líneas y detalles me detienen durante minutos: Una obra de arte al alcance de la mano.
Se me despierta en seguida la rabia por el esfuerzo cultural de este municipio menos dotado económicamente que el mio pero sobrado de interés por la cultura, dedicándole los medios necesarios y alejados de la parafernalia de una delegación de cultura que lo único que le interesa es el espectáculo
Sí, lo tengo que decir: cabreado. Cabreado con mi Ayuntamiento que encuentra dinero para hacer lo que no es su obligación -carreteras de Ronda o Istán; ambulatorios responsabilidad de la Junta…o para pagar una nómina de personal desproporcionada, o para convertirse en la ciudad del deporte sin instalaciones, o de Cultura sin infraestructuras. Y no encuentra dinero que dedicar a las infraestructuras culturales necesarias para una ciudad de mas de 150.000 habitantes
Envidia por este espacio dedicado al arte cuando en mi ciudad no hay ni una -repito ni una- sala de exposición municipal donde acoger cualquier exposición que desearía encontrar la acogida de una ciudad de tanto renombre – es sarcasmo.- como Marbella
Mas envidia mezclada con rencor por ese enorme espacio- de dudable estilo arquitectónico- para las actividades culturales cuando en mi ciudad no existe ningún centro cultural -repito ninguno, porque el de San Pedro es una planta de edificio arreglado, pequeño y viejo- Y las actividades de los talleres de Arte y Cultura malviven en espacios de locales comerciales sin luz ni ventilación natural, un teatro insuficiente, inadecuado y torturador, conservatorios que deambulan de sitio en sitio buscando un local digno o escuelas de idiomas estrechas y no adecuada tampoco.
Me de dejado para el final, intencionadamente, el título de la exposición: DESVELAR LA REALIDAD. Me viene perfecto para este artículo. Desvelar la realidad de una ciudad de fama internacional donde la cultura ni se le dota económicamente, sin infraestructura, sin equipamientos sin política cultural. Una ciudad suflé de acaramelado y dorada superficie y vacía por dentro. Me corrijo hay una política como siempre digo del espectáculo a impulso de propuestas de empresas particulares que le ofrecen cualquier paquete cultural.
Aunque la realidad a lo mejor es más triste aún. Hay que DESVELAR. Porque en el fondo a lo mejor es que a la ciudadanía – a una mayoría-no le interesa para nada la cultura ni el patrimonio histórico tan rico como olvidado. Y aprovecho finalmente para recordar los edificios históricos que se caen y se apuntalan – esperemos que el Convento de los Trinidad aguante.
Rafael García Conde
Ex concejal del Cultura