Marbella vuelve a confirmar su origen romano. Una excavación en la parte interior de la torre redonda que une los muros Norte y Este del Castillo ha permitido el descubrimiento de importantes restos romanos que reconfirman que el Castillo y el Casco Antiguo tienen un origen romano.
El equipo de arqueólogos dirigido por Francisco Melero ha llevado a cabo un estudio diagnóstico de la zona situada justo detrás de la torre redonda en el ángulo en que la muralla Norte se junta con la Este en un espacio de 4 metros por 4 metros. Tras los trabajos de rehabilitación y consolidación de las murallas Norte y Este, la Delegación municipal de Cultura, Enseñanza y Patrimonio Histórico promovió esta nueva intervención arqueológica en el interior del Castillo. El objetivo que se planteó el equipo de Francisco Melero era conocer la secuencia estratigráfica de este sector y registrar, si es que las hallaban, las distintas estructuras de las fases que, desde al menos época romana, están constadas en el Castillo en excavaciones anteriores.
Lo han logrado de manera espectacular.
Del periodo andalusí han aparecido potentes estructuras nazaríes del siglo XIV adosadas a la muralla, restos almohades del siglo XIII y cerámicas de la época califal del siglo X y XI.
Los arqueólogos han seguido ahondado en la secuencia estratigráfica hallando un vertedero del periodo tardorromano, siglo V, donde han encontrado diversos materiales cerámicos comunes y sigilatas.
Más abajo en el vertedero han hallado muchos restos de fauna marina como espinas, vértebras de peces, posiblemente de atún, caballa, etc., conchas, caracolas, que comían los romanos en el siglo III y IV. Todos estos restos han sido convenientemente clasificados para que en un futuro puedan ser analizados y así saber cómo era la dieta de los marbellíes de hace 1.500 años.
Justo al fondo del vertedero se ha encontrado la pieza más llamativa de este sondeo. Una lucerna, especie de lámpara romana del siglo II, con escenas eróticas dibujadas en ella. Un objeto de un gran valor que ha sido encontrado entero aunque fragmentado en varias piezas.
En el nivel altoimperial, siglo I-II, se han encontrado restos de mosaicos del tipo opus teselatum y dos piezas de mármol recortadas del tipo opus sectile, una de las cuales, con forma de hoja, ha sido identificada como de verde antico, un tipo de mármol procedente de Grecia. Este hallazgo es muy interesante, ya que plantea la hipótesis de que en el Castillo existió una residencia romana de cierta alcurnia ya que su propietario pudo permitirse el traerse mármoles desde Grecia para decorarla.
En este sentido, el arqueólogo y director de esta excavación, Francisco Melero, ha señalado que “estos trabajos de diagnósticos confirman el origen romano del Castillo y además apuntan a que tenían residencias de carácter edilicio”.
Bajo el estrato altoimperial, el equipo de Melero encontró unos pavimentos de arcilla y muros de adobe datados en el siglo I D.C y en este punto concluyeron los trabajos.
SEGUNDO SONDEO
En un segundo sondeo llevado a cabo junto al muro Este, muy cerca del primer sondeo, los arqueólogos han logrado además llegar al pavimento original del Castillo.
Conviene recordar que Melero y su equipo son los mismos que estuvieron trabajando en la reciente restauración de las murallas Norte y Este del Castillo. Corroboraron la existencia, en numerosos lugares de las murallas, pero especialmente en la torre redonda que hace esquina, de numerosos revestimientos ornamentales de origen nazarí con símbolos musulmanes como espigas, metopas, cuadrados, etc.
Otro hallazgo muy destacado ha sido la aparición en el lienzo de la muralla de una inscripción en árabe que ha sido enviada a un experto para ser traducida.
En los últimos años el Castillo de Marbella ha sido el centro de una serie de actuaciones dirigidas a conocer de forma rigurosa este Patrimonio. Se han realizado excavaciones arqueológicas, prospección geofísica con georradar, análisis de morteros, topográficos, etc., que han identificado más de 40 etapas constructivas en el Castillo.
Estos trabajos llevados a cabo por la Delegación municipal de Cultura y Patrimonio van a continuar, ya que el objetivo es convertir esta zona Noroeste del Castillo, junto al colegio Nuestra Señora del Carmen, en un espacio visitable, en el que turistas y marbellíes puedan ver expuestos algunos de esos hallazgos y, además, poder pasear por las murallas del Castillo.
Vuelve a demostrarse que la desconocida historia romana de Marbella está muy viva. Hay que recordar que hace apenas un año se encontraron diversas tumbas de un cementerio romano junto al hotel El Fuerte. Ahora, las pruebas que demuestran diversos niveles de vida romana en el Castillo apuntalan la existencia de una Marbella romana en el Casco Antiguo.
Con el hallazgo de una secuencia histórica tan completa y rica excavada en un espacio tan reducido de 4 x 4 metros, y 3 metros de profundidad, se demuestra que hay que seguir excavando. En profundidad. Junto a las murallas, dentro del colegio Nuestra Señora del Carmen, en la antigua parcela de Endesa, etc. La mejor inversión es la que apuesta por arrojar luz sobre nuestro desconocido pasado.