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Personal municipal, nuevo artículo de Rafael García Conde

Hay temas tan delicados y con tantas variables que casi nadie se atreve a tocar. Asuntos normalmente muy importantes y muy cercanos. Son muchas las perspectivas desde las que verlos. Con causas alargadas en el tiempo – ya anquilosadas y oxidadas- que la han provocado. Más difícil aun es encontrar método y personas que lo puedan encauzar.

Las condiciones del personal que trabaja en el Ayuntamiento sea funcionario o laboral es esencial en nuestra ciudad es el tema. No solo porque se traga más de la mitad del presupuesto sino porque funcionan de una forma desorganizada, desestructurada, excesiva, mal distribuida  y mal motivada. No funcionan. Con el agravante de muchos servicios privatizados que han dejado a personal municipal sin cometido pero cobrando.

Todos hablamos de este asunto pero con mucha preocupación y cuidado. Un rumor, apenas un susurro. Una mirada a un lado y a otro. Quien más o menos tiene alguien conocido, cercano o familiar que trabaja en el Ayuntamiento. Particularmente no tengo familiar que le afecte, pero también es cierto que no tengo nada que ganar. Pero creo que los asuntos que nos afectan a la “poli” hay que ponerlo encima de la mesa e intentar resolverlo; sobre todo los más cercanos. Reflexionar, opinar y resolver.

Solo un dato relevante: cuando Jesús Gil es votado por este pueblo allá por el año 1990 el personal del Ayuntamiento lo componía 767 trabajadores. Cuando es inhabitado – en el 2013- y deja de ser alcalde eran ya más de 3.500. Casi tres mil trabajadores más que entraron en su inmensa mayoría, por no decir que en su totalidad, sin oposición ni concurso.

Veamos las posibles instituciones o personal en cuyas manos está resolver esta situación. Busquemos soluciones. Complicado, pero necesario.

Primero y gran responsable: nuestros gobernantes. El partido que nos gobierna ha dejado de lado esta situación y solo se preocupa de jubilar con premios de jubilación a cuanto más mejor y a externalizar servicios, pero sigue aumentando el personal, creo que ya vamos rozando los 4.000 y contratando casi de la misma forma.  Siempre digo que el Ayuntamiento es la única empresa donde los trabajadores pueden echar a sus jefes no votándolos cada cuatro años. Puro chantaje. En esta situación de debilidad nunca intentará organizar ni reformar las estructuras del personal. Aunque siempre hay que recordar que el alcalde de Estepona hizo un ERE a más de 300 trabajadores y fue votado a continuación con mayoría absoluta.

Segundo: los sindicatos. Dependen del número de afiliados y también de ser votados para tener una serie de privilegios -liberados esencialmente- que los hace depender de ellos.  Sus exigencias no tienen límites ni control y van siempre a más. Los trabajadores no tienen razón por ser trabajadores sino por los derechos que se les reconoce en el estatuto de trabajadores y convenio. No se puede defender lo indefendible. Abusar de los derechos que les lleve a un absentismo bestial, a abusos, a negligencias, a vagancia y a unos privilegios sin comparación no es justificable. Y los sindicatos no tienen que defender a uno sino a todos los trabajadores – sobre todo los sindicatos de clase- y más si cobran del dinero público. Los excesos son malos y se vuelven en contra.

Tercero: los mandos intermedios. Es decir los jefes de unidad, sección, servicios – son muchos y con sueldos muy respetables, exagerados diría yo- y capataces. Algunos intentan cumplir con su función de control, organización y desarrollo de sus obligaciones y de sus compañeros. Pero más bien pocos lo hacen. No quieren enfrentarse a sus compañeros y  -muchas veces lo intentan, es cierto, con poco éxito; porque no se sienten respaldados por los sindicatos ni por los responsables políticos. Algunos lo intentaron y se olvidaron. Cobran igual y más tranquilos.

Cuarto y, a mi entender los máximos responsables. El convenio del Ayuntamiento es un convenio completo y privilegiado en relación con los demás. Cualquiera lo puede leer porque está publicado; y sacar sus propias conclusiones. No necesito concretar cantidad de cláusulas que ni sueñan otros colectivos. Vuelvo a decir que no estoy en contra pero me parece que los demás trabajadores tienen también los mismos derechos. Sí estoy en contra de los abusos de derechos que se dan con mucha frecuencia, así como el absentismo y no cumplimiento de sus obligaciones y la no atención adecuada de los ciudadanos que atienden. Están tirando piedras contra su propio tejado.

Lo he dejado para el final pero no es menos cierto: hay cantidad de personal municipal que cumple con sus obligaciones de forma cuidadosa y exigente. A veces por encima de ellas.

Termino. Como dije al principio: problema complejo con muchos posibles variables y  responsables pero que nos va la vida de la ciudad en resolverlo.

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