El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Marbella, José Bernal, instará en el próximo pleno municipal a retirar los radares urbanos que ahora mismo “sólo tienen un fin recaudatorio” y solicitará que se sustituyan por medidas de control de velocidad. Bernal señala que, en caso de continuar con alguno de los radares instalados dentro del municipio, el Ayuntamiento lo advierta con antelación, estableciendo señales claras para que los conductores controlen su velocidad, elementos de los que carece actualmente.
El concejal señaló que en la liquidación de los presupuestos figura “una recaudación desorbitada en cuanto a sanciones de tráfico”. De este modo, los fondos recaudados con estas medidas “han multiplicado la previsión que se contemplaba en el proyecto de los presupuestos aprobados por el equipo de Gobierno”. Bernal ha recordado que en la previsión de los presupuestos de 2022 “se prevé aumentar aún más si cabe la recaudación por multas como consecuencia de la instalación de nuevos radares de velocidad”.
A este respecto, el Marbella 24 Horas adelantó el 9 de diciembre del año pasado que el Ayuntamiento “estima ingresar 6.000.000 euros por multas de tráfico, frente a los 4.142.374,12 euros previstos para el año actual. Son casi dos millones más (1.857.626 euros exactamente)”.
Bernal puso de manifiesto que en estos casos se trata de medidas “meramente recaudatorias” ya que “no existe una advertencia previa en cuanto a la instalación de estos elementos, ni otros sistemas para la regulación de la misma”. Los radares de velocidad instalados por el Ayuntamiento de Marbella en vías urbanas, lejos de reducir la siniestralidad, están generando un problema económico dentro de nuestra ciudad”, declaró Bernal.
“Aunque desde el Ayuntamiento se asegura que esta medida carece de afán recaudatorio, lo cierto es que los radares se sitúan en zonas en las que el exceso de velocidad no parece un problema reseñable, al estar ya regulado por semáforos. Se trata además de zonas sin excesivas restricciones de visibilidad y sin puntos de atracción que puedan inducir a que los peatones crucen la calzada de manera indebida”, dijo Bernal.
“Todo esto ha generado un fuerte malestar entre la ciudadanía de nuestro municipio, que considera que el nivel de impuestos al que hacen frente es ya más que suficiente para no tener que recurrir a una vía de ingresos como la de imposición de sanciones por criterios arbitrarios. Teniendo en cuenta además que continuamos con uno de los tipos impositivos más elevados de nuestro entorno”, ha concluido.