Esta propuesta senderista que recorre uno de los tramos más frondosos y salvajes del río Verde de Istán es muy apropiada para estas fechas estivales. Se puede plantear de manera independiente o en combinación con esta otra ruta publicada en El Periódico de Marbella:
Tipo: circular
Dificultad: baja
Duración: 3 horas horas más o menos dependiendo del ritmo de cada uno.
Distancia: 4 Kilómetros (2 por carril y 2 por el río)
Desnivel: 100 mts de desnivel de ascenso
Agua: no hay fuentes en todo el trayecto
Recorrido fotográfico:
En el caso de que decidamos hacer las dos rutas juntas hay que tener en cuenta que haríamos un mínimo de 5-6 horas de recorrido acuático, con el desgaste y cansancio que esto supone. Es algo a considerar si decide hacerse con menores o con personas poco habituadas a este tipo de rutas.
El punto de partida de esta ruta vuelve a ser el vado Bornoque. Para llegar a él debemos desplazarnos en coche hasta Istán. Dejamos atrás este pueblo blanco, atravesando el paraje del Nacimiento y continuando por una pista terriza durante varios kilómetros. Obviamos un desvío hacia la derecha en dirección a Monda-Tolox y descendemos con un carril apto para cualquier turismo, yendo con las obvias precauciones, hasta encontrar un ensanchamiento del carril muy cerca del río donde debemos dejar el coche. Estamos en el paraje del Vado Bornoque.
Comenzamos a caminar dejando a nuestra derecha un pequeño cortijo habitado. Pronto encontramos un cartel con un mapa deteriorado del Parque Natural en un desvío que debemos coger a la derecha. Remontamos una cuesta corta pero empinada antes de introducirnos en un frondoso alcornocal.
Transitamos por el bosque de alcornoques durante unos 20-30 minutos subiendo y bajando pequeñas cuestas hasta iniciar un descenso pronunciado hacia el río Verde. Poco antes de llegar al cauce pasamos junto a una acequia.
Finalmente llegamos al río. Desde aquí, hacia la izquierda transcurre nuestra ruta pero aprovechamos la cercanía de la Charca del Canalón para acercarnos. Por tanto, cruzamos el río y cogemos un sendero muy claro que nos acerca en 4 minutos a este espectacular paraje natural del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. Es un lugar muy frecuentado por panochos y visitantes, con lo que es mejor acercarse temprano para disfrutarlo en plenitud. Podemos darnos un chapuzón y acercarnos a la cascada artificial que hay en el extremo de la Charca.
Volvemos de nuevo hasta el inicio del camino y, ahora sí, nos introducimos en el río para comenzar la ruta. Hay que volver a reseñar que el río Verde es un cauce muy resbaladizo por el verdín que impregna las rocas. Conviene por tanto llevar bastón, procurar pisar rocas secas y zonas arenosas siempre que sea posible para evitar resbalones y aprovechar las pocas zonas despejadas de los márgenes del río para ir pisar en seco.
Inicialmente, en los primeros cientos de metros de la ruta el paisaje está bastante abierto y el río nos llegará como mucho hasta las rodillas. Conforme avanzamos empiezan a intercalarse tramos de resbalones con el agua hasta las rodillas con bellas pozas donde el agua nos cubre por completo.
Tras una hora de camino pasamos junto a una presilla que encauza la acequia y es un lugar apropiado para un pequeño descanso. Continuamos avanzando y nos introducimos en una zona donde el río se cierra, la vegetación se vuelve más frondosa y parece que caminamos por una selva. Siguen sucediéndose las pozas hasta que pasamos junto a otra presilla.
Continuamos por el río, tras casi dos horas de camino, nos queda una media hora hasta Vado Bornoque y este tramo es menos atractivo porque se abre más la vegetación y el río apenas nos cubre hasta las rodillas, favoreciendo de nuevo los resbalones.
Pronto llegamos al Vado, debemos salir hacia la izquierda (a la derecha parte el carril que conduce al Castaño Santo) y , tras dos minutos recorriendo el camino llegamos al coche aparcado.