La ruta que proponemos a continuación es una de las más bellas y duras que se pueden hacer en Sierra Nevada, ya que se trata, ni más ni menos, que de cruzar de Norte a Sur esta cordillera, desde el Refugio de Postero Alto en la comarca del Marquesado al pueblo de Trevélez en las Alpujarras.
El único inconveniente de hacer esta travesía es la organización del transporte. Proponemos dejar el coche en Granada, coger el autobús a Guadix y desde allí un taxi hasta el refugio de Postero Alto. La vuelta de Trevélez hasta Granada se puede hacer cogiendo el autobús que sale de este bello pueblo a las 16.30.
Aclarado este punto, conviene señalar que esta ruta no es fácil: por tener que recorrer más de 20 kilómetros de distancia, por el esfuerzo de superar un desnivel acumulado de más de 2.100 metros (900 en subida y 1.300 en bajada), y por la necesidad de saber orientarse en algunos tramos donde el sendero es confuso o falto de marcas (conviene llevar un GPS con el track de esta ruta o un mapa bien estudiado). Hay que tener en cuenta que transitaremos por alta montaña, por lo que debemos tener muy controlada la meteorología y suspender la ruta en caso de mal tiempo.
Lo ideal para disfrutar de esta ruta es hacerlo en dos días: el primero para desplazarnos hasta el punto de inicio en el refugio de Postero Alto (1.900 metros de altura). Se puede acceder a este refugio andando desde el pueblo de Jerez del Marquesado siguiendo el sendero PR 344, que puedes descargarte en el enlace https://www.fedamon.com/senderos/prs/archivospdf/granada/pra_344.pdf. O cogiendo un taxi desde Guadix.
En todo caso hay que tener en cuenta que Postero Alto es un cruce de caminos donde los montañeros entrenados acceden para hacer la Integral de los Tresmiles de Sierra Nevada. El refugio, edificado a semejanza de los antiguos pueblos mineros, con diversos módulos de dormitorios organizados alrededor del comedor central; también forma parte del tramo 17 del Gr Sulayr, una travesía de 300 km que circunvala toda Sierra Nevada. Por tanto, Postero Alto permite disfrutar del ambiente montañero, de una buena cena (y quizás de una copa de licor local), de una noche durmiendo en sus habitaciones comunitarias y de un desayuno potente antes de afrontar el reto que proponemos: atravesar la sierra a las bravas.
Partimos temprano desde el refugio en dirección Sur. El camino es muy fácil de seguir porque el hito principal del día, el Puerto de Trevélez, está a la vista: a cinco kilómetros de distancia que deberemos ascender por una interminable cuesta que recorre la Loma de En Medio. En este primer tramo de la ruta tenemos que subir 900 metros de desnivel sin tregua, ni llanos, ni falsos llanos. La presencia de vacas es frecuente en estos primeros kilómetros. Poco a poco vamos dejando abajo el refugio mientras a nuestra derecha tenemos el Picón de Jerez, uno de los tres miles más orientales de Sierra Nevada.
Conviene tomarse este tramo con tranquilidad, lo normal es que en tres horas o poco más nos plantemos en el Puerto de Trevélez, yendo a un ritmo tranquilo y con varias paradas para recuperar el resuello mientras disfrutamos de las enormes vistas a la Hoya de Guadix. En estos contornos es fácil encontrar la Estrella de las Nieves, (Plantago nivalis), o Edelweiss, que es el símbolo del Parque Nacional de Sierra Nevada y que crece por encima de los 2.000 metros de altitud, en los bordes de los borreguiles y zonas verdes asociadas al agua de los neveros.
Desde el Puerto de Trevelez, o de Jeres, a 2.800 metros de altura, podemos sentir lo salvaje de la alta montaña y apreciar la soledad de este paisaje rocoso y agreste. Hemos realizado la parte más dura de esta ruta.
Comenzamos el descenso y empezamos a encontrar, bastante espaciados, los maderos que marcan el sendero SL-A 80 que conecta este punto con el pueblo de Trevelez.
Pronto nos introducimos en la cañada del arroyo de Jeres, en cuyas heladas aguas podemos refrescar los pies. El sendero nos conduce por su vertiente derecha en el sentido de la marcha. Tras una media hora de marcha el sendero, que va rodeando hacia la derecha la loma, conecta con la acequia de Vacares y damos vistas a la impresionante mole de la Alcazaba y el Puntal de Vacares, dos de los tresmiles más característicos de Sierra Nevada.
Desde este punto las vistas hacia el Sur son espectaculares: el arroyo de Jeres se une al Juntillas y forma abajo, a lo lejos, el río de Trevélez. Vemos como el valle que forma este cauce se pierde en la lejanía, sabiendo que por la vera de su ribera caminaremos aún varias horas. Toca por tanto bajar hasta el fondo del barranco. Para ello debemos estar atentos porque, tras transitar por la acequia un tramo encontraremos un madero señalizador que nos obligará a dejar la acequia y enfilar hacia el Sur en un descenso donde debemos prestar atención a los hitos para llegar al cortijo de Las Carmelitas.
Por detrás de esta construcción, habitado de forma intermitente, el sendero se vislumbra más claramente. Tras cruzar un cercado, el camino nos hace descender con decisión haciendo zetas hasta llegar a las ruinas del cortijo de El Horcajo en la misma confluencia de los arroyos de Jerés y Juntillas. Tras cruzar un puente, iniciamos la última fase de la ruta: el recorrido del Río de Trevélez.
Caminar por este cauce desde el pueblo alpujarreño hasta este punto podría ser un alternativa de excursión a quienes visiten Trevélez buscando hacer una ruta no tan exigente como la propuesta en este reportaje: serían casi 9 kilómetros de ruta (18km ida y vuelta) pegados a este río y rebajando sin duda la dificultad del camino.
Lo que está claro es que el tramo de El Horcajo hasta el pueblo más alto de la Alpujarra es una delicia: se cruzan puentes de piedra, se transita por una acequia semi inundada que nos mojará los botas, disfrutaremos de zonas boscosas de ribera donde protegernos del calor, siempre con el runrún del río muy cerca. El camino no tiene pérdida ya que va junto al cauce aunque, eso sí, nos hará subir y bajar diversas cuestas que añadirán un esfuerzo suplementario a nuestras piernas ya cansadas.
En su parte final, atravesaremos fincas con vacas y una fuente con caño de agua helada donde refrescarnos. El sendero se acaba uniendo a un carril que debemos coger hacia la derecha en un cruce y, en escasos minutos damos vistas a Trevélez, en cuyo cuidado casco urbano entramos por la parte alta.
Solo resta buscar uno de los numerosos restaurantes en la parte baja del pueblo donde comer un contundente plato alpujarreño para recuperar fuerzas de esta ruta épica que nos ha permitido atravesar de Norte a Sur el macizo de Sierra Nevada.